Reportaje:Aulas

Las aventuras de nueve 'quijotes' menudos

Un colegio de Los Palacios y Villafranca (Sevilla) representa la obra de Cervantes en teatro en versión de Alfonso Zurro

¿Por qué hacer una adaptación teatral de Don Quijote con un único actor, cuando pude haber nueve? ¿Y por qué ceñirse sólo a actores y no también a actrices que representen al huesudo hidalgo demente? Esto se planteó el dramaturgo Alfonso Zurro cuando recibió el encargo del colegio Cervantes de adaptar la obra del escritor que da nombre a este centro de Los Palacios y Villafranca (Sevilla). La iban a representar alumnos de 7 a 12 años. Su título, Imaginando a Don Quijote.

Una forma distinta de aprender literatura. "Me pidieron que pudiesen aparecer todos los alumnos de los ...

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¿Por qué hacer una adaptación teatral de Don Quijote con un único actor, cuando pude haber nueve? ¿Y por qué ceñirse sólo a actores y no también a actrices que representen al huesudo hidalgo demente? Esto se planteó el dramaturgo Alfonso Zurro cuando recibió el encargo del colegio Cervantes de adaptar la obra del escritor que da nombre a este centro de Los Palacios y Villafranca (Sevilla). La iban a representar alumnos de 7 a 12 años. Su título, Imaginando a Don Quijote.

Una forma distinta de aprender literatura. "Me pidieron que pudiesen aparecer todos los alumnos de los cursos que participaban, de ahí el alto número de quijotes", afirmó Zurro. "Lo más difícil fue comprimir el libro en una obra que dura una hora y diez minutos. Y acercar los diálogos, que aparecen todos en el libro, a los niños", explicó el autor.

Todo el plantel de actores (65 pequeños, tres de ellos de Educación Especial), acudieron el pasado jueves al Conservatorio de Danza de Sevilla. En su teatro tuvo lugar la última representación de la decena que han realizado desde el mes de mayo, la mayoría en el Teatro Municipal de Los Palacios y Villafranca, y que han visto más de 4.000 personas. Esta veteranía del elenco no profesional provocaba que Julia Martínez, pedagoga del colegio y directora de la obra, estuviese tranquila antes de la actuación. "A lo largo de estos meses lo han ido haciendo cada vez mejor", afirmaba sonriente. El acto que estaba a punto de comenzar sirvió para dar por finalizado el año del Quijote en los centros escolares de Sevilla y la provincia.

Arriba el telón. El escenario recrea un aula de Primaria. Hoy hay que hablar de Don Quijote. "Esta historia ocurrió en un lugar de La Mancha de cuyo nombre prefiero no acordarme, la verdad", explica la profesora, interpretada por la maestra Consuelo Fernández, única persona adulta sobre el escenario. Para captar la atención de sus estudiantes les pide a cada uno que imagine a su propio don Quijote. Y en la escena empiezan a aparecer las figuras recreadas por los chavales, interpretadas por sus compañeros. "Veo varias quijotas, me parece bien, ¡pero quítale esa camiseta del Betis al tuyo!", dijo la profesora a uno de sus estudiantes, en mitad de la carcajada del público.

Los nueve quijotes, acompañados por otros tantos sanchos panza, representaron varios episodios de la novela: la lucha contra los molinos, la liberación de la cuerda de presos, la escena de los leones, las bodas de Camacho... hasta la muerte final. Todo al son de un cuarteto de música en directo.

Tras la obra, Julia Martínez hizo hincapié en la implicación de toda la comunidad escolar en el proyecto educativo, desde los alumnos que se comprometieron en esta empresa, a los profesores que colaboraron en los ensayos para escoger a los actores, diseñar la escenografía y el vestuario; hasta los padres encargados de bordar las telas que iban a vestir sus hijos en escena.

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