Buteflika aparece en televisión para tranquilizar a los argelinos

El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, apareció por primera vez, el sábado por la noche, ante las cámaras de la televisión pública argelina, desde que hace más de tres semanas fue operado urgentemente de una úlcera hemorrágica en el hospital militar de Val de Grâce, en París. Tranquilizó así a la población y, de paso, le prometió más discursos. "¡Ojalá! que si conservamos la salud, pronunciemos más discursos. Es la voluntad de Dios", dijo.

Buteflika, de 68 años, salió el sábado del hospital para pasar unos días en una residencia en las afueras de París, según fuentes argelinas. ...

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El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, apareció por primera vez, el sábado por la noche, ante las cámaras de la televisión pública argelina, desde que hace más de tres semanas fue operado urgentemente de una úlcera hemorrágica en el hospital militar de Val de Grâce, en París. Tranquilizó así a la población y, de paso, le prometió más discursos. "¡Ojalá! que si conservamos la salud, pronunciemos más discursos. Es la voluntad de Dios", dijo.

Buteflika, de 68 años, salió el sábado del hospital para pasar unos días en una residencia en las afueras de París, según fuentes argelinas. Fue en su lugar de descanso donde recibió, acompañado por su médico, el doctor Messaud Zituni, a un equipo de la televisión. Con la bandera argelina a sus espaldas, sonreía pero aparentaba estar cansado y algo pálido.

El mutismo de las autoridades francesas y argelinas -sólo fue difundido un parte médico el 6 de diciembre- disparó los rumores. La cadena de televisión Al Yazira llegó a sostener que padecía una poliquistosis renal, una enfermedad mortal, mientras que el profesor Bernard Debré, cuyo paciente más célebre fue François Mitterrand, dio por probable que sufría un cáncer de estómago.

"¿Está el pueblo argelino un poco preocupado?", inquiere Buteflika al equipo de televisión que le filma. Con esta pregunta, que el presidente se contesta a sí mismo, empezó el sábado por la noche el telediario argelino. "El pueblo no debe estar preocupado", responde. Interviene después su médico para explicar, en tono jocoso: "El pueblo espera impaciente el regreso y echa de menos los discursos". Es ahí cuando promete que pronunciará más alocuciones.

"No tenemos nada que esconder", prosigue el presidente en el que muchos argelinos ven un elemento clave de la paz y la estabilidad tras una década de guerra civil larvada que, según el propio Buteflika, se cobró 150.000 muertos. "Lo hemos dicho todo y con total claridad y transparencia", añade refiriéndose a su salud. Zituni tomó entonces de nuevo la palabra para explicar lo bien que se desarrollaron operación y convalecencia, pero no dio ninguna fecha para el regreso a Argel del presidente.

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