El Gobierno central aprueba la licitación de sus primeras obras de la 'Y' ferroviaria

Saca a concurso la construcción del segundo tramo del proyecto en territorio alavés

El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Fomento a licitar las primeras obras de la nueva línea férrea conocida como la Y vasca, lo que supone un espaldarazo al pacto alcanzado entre el PNV y el PSOE a comienzos de semana. Mediante ese acuerdo, el PNV votará a favor de los Presupuestos generales y el Gobierno socialista desbloquea el inicio del trazado ferroviario en velocidad alta del País Vasco y se reparte con el Ejecutivo autonómico la construcción.

En su reunión de ayer, el Consejo de Ministros aprobó la licitación de las obras de plataforma del segundo tramo d...

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El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Fomento a licitar las primeras obras de la nueva línea férrea conocida como la Y vasca, lo que supone un espaldarazo al pacto alcanzado entre el PNV y el PSOE a comienzos de semana. Mediante ese acuerdo, el PNV votará a favor de los Presupuestos generales y el Gobierno socialista desbloquea el inicio del trazado ferroviario en velocidad alta del País Vasco y se reparte con el Ejecutivo autonómico la construcción.

En su reunión de ayer, el Consejo de Ministros aprobó la licitación de las obras de plataforma del segundo tramo del proyecto en territorio alavés, el que va desde el extrarradio de Vitoria a Legutiano, de 5,2 kilómetros de longitud. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 43,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 27 meses. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), adscrito a Fomento, será quien se encargue del concurso. El trazado se ha diseñado con ancho internacional y con posibilidad de uso para tráfico mixto; es decir, de pasajeros y de mercancías, que es la doble función que va a tener la red de velocidad alta.

Como elementos singulares en este tramo sobresale el viaducto sobre el enlace de Miñano y el puente sobre el río Rejalza. También hay un paso inferior bajo la autopista Vitoria-Éibar, de 139 metros, y otros tres viaductos de menor longitud. En el tramo sólo hay un túnel, el de Luko, de 970 metros

. El contrato incluirá también las actuaciones necesarias para la ejecución de las obras, tales como movimientos de tierra, drenajes, estructuras, túneles y reposición de servicios.

Las obras de este tramo alavés se podrían unir en breve a las licitadas por el Gobierno vasco en el corredor guipuzcoano de la Y, que fueron recurridas en verano al Tribunal Constitucional por el Gobierno central al entender que se trataba de una invasión de sus competencias. De no mediar ese recurso, que obligó a suspender el concurso, las obras de los subtramos de acceso a Irún y el de Ordizia-Itsasondo podrían haber empezado en el mes de julio, según los cálculos que realizó en su momento el Departamento de Transportes. El titular de la consejería cuando se realizó la licitación era Álvaro Amann.

Con el acuerdo alcanzado entre el PNV y el PSOE, el Ejecutivo central retirará los recursos en breve. La vicepresidenta primera del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega, explicó tras la reunión del Consejo de Ministros que se está ultimando la redacción del convenio que oficializará el acuerdo entre ambos partidos, en especial en sus aspectos jurídicos y técnicos, y añadió que espera que pueda suscribirse en breve.

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"A ponerse las pilas"

La directora de Infraestructuras del Departamento de Transportes, Mirari Arruabarrena, está convencida de que esta vez es la definitiva, que ya no hay marcha atrás y que las obras de la Y empezarán a ser una realidad en los primeros meses del año entrante. "Estamos todos, porque está es la definitiva. Sólo falta cerrar unos flecos y firmar el convenio, pero el acuerdo está ahí y no creo que haya marcha atrás. Esperamos firmar el convenio con el Gobierno central antes del final de año".

Según la directora de Infraestructuras, las culpas sobre los posibles retrasos no son ajenas a ninguna de las dos partes, pero ahora considera que no es la ocasión de hablar de ello y sí de mirar hacia delante. "Lo cierto es que tenemos un territorio complicado en cuanto a trazados y hay mucho que estudiar. Se han analizado muchas alternativas. Desde los primeros estudios hasta que se llegó a la Y pasaron diez años. Ahora se trata de no mirar hacia atrás y de ponernos las pilas para que salga esto cuanto antes".

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