"Podemos mejorar el estado del monumento", afirma la edil de Urbanismo

La concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez, ha pasado de negar que las obras de soterramiento de la M-30 estén paralizadas en el puente de Toledo a pedir que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad le conceda permiso para iniciar los trabajos en ese hito monumental. "Que nos dé el permiso y que nos exija lo que quiera", admitió ayer.

Martínez mantiene -al igual que los ingenieros de la obra municipal- que los trabajos de soterramiento podrían "mejorar el estado del puente", ya muy deteriorado. "Los pilares de madera [existentes bajo las zapatas] tenía...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez, ha pasado de negar que las obras de soterramiento de la M-30 estén paralizadas en el puente de Toledo a pedir que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad le conceda permiso para iniciar los trabajos en ese hito monumental. "Que nos dé el permiso y que nos exija lo que quiera", admitió ayer.

Martínez mantiene -al igual que los ingenieros de la obra municipal- que los trabajos de soterramiento podrían "mejorar el estado del puente", ya muy deteriorado. "Los pilares de madera [existentes bajo las zapatas] tenían 11 centímetros de diámetro cuando fueron colocados [en el siglo XVIII]. Ahora apenas miden cinco centímetros y están podridos", indica la edil, que admite que el puente está muy deteriorado por el paso del tiempo.

EL PAÍS ha comprobado que las maderas originales del puente se pueden arrancar sin esfuerzo y que se deshacen en la mano al ejercer sobre ellas la más mínima presión. "Allá ellos [en referencia a Patrimo-nio] si no nos concede la autorización", concluye Martínez.

Pero, además de un puente deteriorado, las obras han permitido sacar a la luz importantes yacimientos arqueológicos y paleontológicos. La zona que ahora cubre el asfalto de la autovía a orillas del Manzanares está declarada bien de interés cultural. Lo que ahora es un río encauzado, hace 20.000 años era zona de caza, asentamiento y comunicación de los primeros madrileños.

Yacimiento epipaleolítico

Justo en el enlace de la M-30 y la A-3, los arqueólogos hallaron un asentamiento de cazadores-recolectores del periodo epipaleolítico (época inmediatamente anterior al neolítico). Según fuentes de la investigación histórica, se trata de un yacimiento de "enorme importancia", porque es "el único de estas características existente en Madrid y el segundo de toda la meseta. Sólo hay constancia de uno semejante en la provincia de Segovia". "Se trata de un tipo de yacimiento que es más propio del norte de España que del centro", destacaron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por su parte, los responsables municipales aseguraron ayer que el Ayuntamiento dará "todas las facilidades posibles" para que se "siga investigando este hallazgo del paleolítico". Por el momento, sólo se han desenterrado unos veinte metros lineales de yacimiento.

"La importancia económica de la obra [el soterramiento está presupuestado en más de 4.500 millones de euros] es para que no exista ningún problema en financiar las excavaciones. Los equipos arqueológicos están trabajando en la obra con total libertad y forman parte de los equipos técnicos del proyecto de la M-30".

Sobre la firma

Archivado En