Cinismo
Es increíble el grado de cinismo a que ha llegado el PP de "todas las Españas", y en particular el de Madrid.
Resulta que los que optamos en la declaración de la renta por señalar con una X la casilla correspondiente a "fines sociales", para que con nuestra aportación se financie eso, parte del bienestar que exige una sociedad laica y aconfesional, pues resulta, ya digo, que somos, según se deduce de las declaraciones del alcalde, cuando menos, unos desalmados. Porque ese dinero "no va a financiar el culto de la santa Iglesia católica", ¡estaría bueno!, sino que es para financiar organi...
Es increíble el grado de cinismo a que ha llegado el PP de "todas las Españas", y en particular el de Madrid.
Resulta que los que optamos en la declaración de la renta por señalar con una X la casilla correspondiente a "fines sociales", para que con nuestra aportación se financie eso, parte del bienestar que exige una sociedad laica y aconfesional, pues resulta, ya digo, que somos, según se deduce de las declaraciones del alcalde, cuando menos, unos desalmados. Porque ese dinero "no va a financiar el culto de la santa Iglesia católica", ¡estaría bueno!, sino que es para financiar organizaciones no gubernamentales de la susodicha Iglesia que se dedican a la educación, o que hacen una labor estupenda con los enfermos, como (ejemplo puesto por el alcalde) "las hermanitas de San Vicente de Paúl".
Y digo yo... ¿ésas no son obligaciones, insisto, en un Estado laico y aconfesional, del Estado central y las comunidades a las que se ha transferido dicha obligación? ¿Es que no hay hospitales públicos y enseñanza pública, aconfesionales ambos, a los que nosotros queremos que vaya nuestra aportación?
Pues no, señor alcalde, no somos unos desalmados ni nada de eso. Los que cumplimos cada año puntual y escrupulosamente con nuestra obligación de financiar con nuestros impuestos el bienestar de esta sociedad, y no queremos que con ellos se financie a la Iglesia católica, lo que somos en definitiva es tontos de remate: no habíamos caído en que "con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho".