Los contrarios a la 'narcosala' de Vall d'Hebron

se oponen ahora a un albergue para mendigos Por primera vez desde que iniciaron las protestas, los vecinos no cortaron la Ronda de Dalt

Unos 700 vecinos que se oponen a la narcosala de Vall d'Hebron volvieron a salir a la calle ayer para protestar contra la instalación. Lo hicieron con una diferencia respecto a las 22 manifestaciones anteriores: esta vez, los vecinos cumplieron el compromiso adquirido con la consejera de Interior, Montserrat Tura, y no cortaron el tráfico en la Ronda de Dalt. Además de oponerse al centro de toxicómanos, los vecinos rechazan ahora otros dos equipamientos sociales que próximamente se instalarán en el barrio: un albergue para mendigos y un centro de menores.

Hacia las ocho de la tar...

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Unos 700 vecinos que se oponen a la narcosala de Vall d'Hebron volvieron a salir a la calle ayer para protestar contra la instalación. Lo hicieron con una diferencia respecto a las 22 manifestaciones anteriores: esta vez, los vecinos cumplieron el compromiso adquirido con la consejera de Interior, Montserrat Tura, y no cortaron el tráfico en la Ronda de Dalt. Además de oponerse al centro de toxicómanos, los vecinos rechazan ahora otros dos equipamientos sociales que próximamente se instalarán en el barrio: un albergue para mendigos y un centro de menores.

Hacia las ocho de la tarde, los vecinos se concentraron por enésima vez frente a la narcosala para iniciar la protesta. Los convocantes de la manifestación -las asociaciones de vecinos de Montbau, Penitents-Taxonera, Sant Genís y Parc Vall d'Hebron- habían acordado el martes cambiar el recorrido habitual de la marcha para evitar un nuevo corte de la Ronda de Dalt. La semana pasada, las retenciones del tráfico provocadas por los vecinos tuvieron una respuesta contundente de dirigentes políticos del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat.

Para evitar tentaciones, los Mossos d'Esquadra efectuaron ayer un amplio despliegue. Para empezar, cortaron las entradas 4 y 5 de la Ronda de Dalt. Además, en el carril de aceleración para penetrar en las vías se plantaron varios agentes con furgonetas, protegidos a su vez por decenas de vallas, a modo de barricadas. Invadir la vía era tarea imposible. Más aún cuando otros de los 198 agentes desplegados se parapetaron en los puntos donde el lateral de la ronda queda casi a la misma altura que la vía.

A las habituales protestas contra la sala de venopunción, los vecinos añadieron nuevas reivindicaciones. Ahora se oponen también a que el Ayuntamiento de Barcelona ubique un albergue para mendigos en la plaza de Botticelli. Según explicó el presidente de la asociación de vecinos Parc Vall d'Hebron, Manel Bello, el problema es que este albergue es de los denominados "de baja exigencia", con lo cual está abierto al uso de cualquier persona. Según Bello, la intención del consistorio es que el albergue sirva también para acoger a drogadictos.

Otro equipamiento que no cuenta con la bendición de los vecinos es el futuro centro tutelar para menores que hayan cometido algún delito. El portavoz de la plataforma que agrupa a los vecinos, Antonio Mateo, explicó que uno de los motivos para oponerse es que esta "cárcel para menores" funcionará "en régimen semiabierto" y, por tanto, los menores acogidos podrán salir a la calle y circular por el barrio. A juicio de Mateo, la situación se agrava porque este centro social estará situado "en una zona con muchas escuelas de educación infantil". De momento, la decisión de los vecinos de no cortar la Ronda de Dalt ha servido para abrir una puerta al diálogo con la Administración. La tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, ofreció una entrevista con los vecinos, que ayer pedían su dimisión y la del alcalde, Joan Clos. El encuentro se celebrará el 1 de diciembre.

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