GUIÑOS

Recuperar el pasado

La ultima exposición fotográfica en el Museo de Navarra, en pleno casco antiguo de la ciudad, ha recuperado la figura de Pedro María Irurzun (Pamplona, 1902-1958). Sus imágenes y el análisis sobre su trayectoria como fotógrafo, realizado por Celia Martín Larumbe, comisaria de la exposición, reconfortan la memoria de este fotógrafo. Hijo de una familia acomodada, tuvo la música y la fotografía como grandes aficiones. A los ocho años tenía su propia cámara y jugaba fotografiando lo que le rodeaba. No obstante, tuvieron que pasar veinte años para que se adentrara en los recovecos de la cre...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La ultima exposición fotográfica en el Museo de Navarra, en pleno casco antiguo de la ciudad, ha recuperado la figura de Pedro María Irurzun (Pamplona, 1902-1958). Sus imágenes y el análisis sobre su trayectoria como fotógrafo, realizado por Celia Martín Larumbe, comisaria de la exposición, reconfortan la memoria de este fotógrafo. Hijo de una familia acomodada, tuvo la música y la fotografía como grandes aficiones. A los ocho años tenía su propia cámara y jugaba fotografiando lo que le rodeaba. No obstante, tuvieron que pasar veinte años para que se adentrara en los recovecos de la creación fotográfica. Su encarcelamiento durante la guerra civil, acusado de nacionalista, frenó en gran medida su carrera.

No obstante, siguió haciendo fotografías, unas al aire libre y otras en el estudio instalado en su domicilio. La mayor parte de ellas reflejan sus aficiones, gustos y vivencias. Así mismo, están marcadas por una estética donde no se escatiman aires vanguardistas, especialmente en sus composiciones resueltas en estudio. Esta influencia no excluye en sus retratos reminiscencias compositivas del siglo XIX. Se alejó de las corrientes locales dominantes. Se apartó del engolado costumbrismo pictorialista de la época para desarrollar una faceta más personal, una forma de hacer traspasada a su mujer, Lydia Anoz.

Ignacio Barceló, amigo y director de la revista Arte fotográfico, fue quien se encargo de difundir su obra en los circuitos especializados. Son trabajos que la exposición ha distribuido en cuatro apartados. Escenas de género y paisajes pertenecen a su primera etapa. Su punto de partida nace de la tradición pictorialista, es el ejemplo de las Lavanderas en la Rochapea, pero no tarda en manifestar su conocimiento de el estilo vanguardista y el denominado Nueva objetividad. Formas de objetos, contraluces, picados y contrapicados, composiciones en diagonal, utilizados reiteradamente lo ponen de manifiesto. El apartado de Reportajes mantiene una tónica estilística similar. Son grupos de fotos que relatan con precisión un acontecimiento. Tenemos Carrera de coches en Lasarte, otra serie sobre accidentes de coche, Guardia Civil incluida, el Desfile de las JONS en Pamplona, una originalmente resuelta vuelta ciclista en la capital navarra o el obligado encierro de San Fermín, excelentes crónicas gráficas de factura vanguardista, realizadas en los años treinta.

Composiciones es toda una exhibición de formas extraídas de diferentes objetos. En ella aparecen los criterios sobre "la nueva objetividad" y las tendencias publicitarias más innovadoras. Finalmente encontramos Retratos, el apartado más numeroso, donde las cualidades y el ojo fotográfico de Irurzun siguen ofreciendo magníficos ejemplos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En