Greenpeace denuncia otro incidente en Cofrentes

Greenpeace denunció ayer el silencio con el que a su juicio han mantenido el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) e Iberdrola un incidente ocurrido el pasado 14 de octubre en la central nuclear de Cofrentes que obligó a reducir la actividad por un fallo en el combustible del núcleo de uranio. Para Greenpeace, el suceso del pasado 14 de octubre "incide nuevamente en la falta de seguridad de la central nuclear de Cofrentes, como los hechos se han encargado de demostrar en los últimos años". Según Greenpeace, el fallo en el combustible nuclear produjo un incremento de radiactividad en el refrigeran...

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Greenpeace denunció ayer el silencio con el que a su juicio han mantenido el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) e Iberdrola un incidente ocurrido el pasado 14 de octubre en la central nuclear de Cofrentes que obligó a reducir la actividad por un fallo en el combustible del núcleo de uranio. Para Greenpeace, el suceso del pasado 14 de octubre "incide nuevamente en la falta de seguridad de la central nuclear de Cofrentes, como los hechos se han encargado de demostrar en los últimos años". Según Greenpeace, el fallo en el combustible nuclear produjo un incremento de radiactividad en el refrigerante y obligó a reducir la potencia de la central.

El CSN admitió ayer la existencia efectivamente de un incidente el pasado 14 de octubre. Ese suceso, que un portavoz indicó que no incumple las especificaciones técnicas de funcionamiento ya que no requiere una notificación específica, consistió en la detección de una fisura en una de las barras del circuito primario o núcleo de Cofrentes. Una de las barras cargadas con pastillas de uranio registró una fisura y se procedió a inutilizar el funcionamiento de la barra colocando a su alrededor barras de control bañadas de boro (elemento que neutraliza la actividad de la barra entorno a la cual se disponen). Ello permite que el proceso continúe sin riesgo alguno. Para el CSN, el riesgo hubiera estado si se hubiera registrado un aumento de actividad en el núcleo por encima de las especificaciones técnicas de funcionamiento. Y agregó que se actuó como recoge el protocolo sin interrumpir ningún proceso y sin generar riesgo alguno.

Greenpeace señala en el comunicado que también el pasado 5 de noviembre hubo una bajada de actividad que "podría indicar que sigue habiendo problemas en el núcleo con combustible nuclear". El CSN negó ayer esa asociación y explicó que el descenso de actividad del pasado 5 de noviembre está en relación con una operación de limpieza en la que se sustituyó una válvula por otra que libera menos radiación y es más segura.

Carles Arnal, diputado de EU en las Cortes Valencianas, reclamó información puntual sobre lo ocurrido y señaló: "No puede existir confianza en la seguridad de la instalación nuclear si no existe información puntual".

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