EL DEBATE TERRITORIAL

Zapatero propondrá que una ponencia del Senado decida la reforma de la Cámara

El presidente instará hoy a comunidades y partidos a abordar la transformación de la Cámara

José Luis Rodríguez Zapatero propondrá hoy en el Senado a los presidentes autonómicos y a los portavoces parlamentarios la creación de una ponencia y un calendario de reforma de la Cámara alta para convertirla en foro territorial. Zapatero pretende que las comunidades y los grupos parlamentarios decidan el contenido de la reforma del Senado y su Gobierno asumirá ser el "cauce" de la misma. Zapatero recordará que antes de fin de año el Consejo de Estado emitirá un dictamen sobre la reforma y que existe un trabajo previo sobre la misma, realizado por una ponencia, entre 1995 y 1998.

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José Luis Rodríguez Zapatero propondrá hoy en el Senado a los presidentes autonómicos y a los portavoces parlamentarios la creación de una ponencia y un calendario de reforma de la Cámara alta para convertirla en foro territorial. Zapatero pretende que las comunidades y los grupos parlamentarios decidan el contenido de la reforma del Senado y su Gobierno asumirá ser el "cauce" de la misma. Zapatero recordará que antes de fin de año el Consejo de Estado emitirá un dictamen sobre la reforma y que existe un trabajo previo sobre la misma, realizado por una ponencia, entre 1995 y 1998.

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El presidente del Gobierno centrará el debate sobre el estado de las autonomías, que hoy se inicia en el Senado después de ocho años sin celebrarse, en la necesidad de reforzar los organismos de cooperación entre el Ejecutivo y las comunidades autónomas, en cuyo epicentro se sitúa la reforma del Senado como Cámara territorial y lugar de encuentro y debate de las autonomías.

Zapatero destacará que los nuevos retos de la sociedad española -como la globalización, la revolución tecnológica, el cambio climático o la inmigración- "forman parte de los fenómenos transfronterizos" y "requieren una nueva cooperación entre el Gobierno y las comunidades autónomas", según fuentes gubernamentales. "Estos retos no se resuelven con litigios de competencias", añaden las mismas fuentes.

El Estado de las autonomías no se fortalece sólo, según el presidente, con el reconocimiento de mayor autogobierno y de la identidad propia de cada comunidad autónoma, tal como hacen las reformas de los estatutos de autonomía que se están tramitando.

También necesita que éstas, con el grado de descentralización que ha alcanzado España, participen de forma más activa en las tareas del Estado. En esta "segunda pata" del Estado de las autonomías situará Zapatero la creación, bajo su mandato, de la Conferencia de Presidentes, que ya ha celebrado dos sesiones en un año, y la reforma del Senado, que hoy tratará de impulsar.

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Consejo de Estado

En aras de facilitar el consenso, Zapatero hará una propuesta abierta. Animará la creación de una ponencia en el Senado, integrada por la representación de las comunidades autónomas y los partidos, para que decida el contenido de la reforma.

El jefe del Gobierno recordará los instrumentos de los que dispondrá esta ponencia. En primer lugar, el dictamen sobre las cuatro reformas constitucionales -Senado, Constitución europea, sucesión de la Corona y denominación de las comunidades autónomas- que el Gobierno encargó al Consejo de Estado y que será emitido antes de Navidades. En relación con el Senado, el Consejo de Estado, cuyos dictámenes no son vinculantes, se pronunciará sobre las funciones que debe ejercer como Cámara territorial y su grado de participación en el ejercicio de la potestad legislativa; la composición más adecuada para ejercer esas funciones y representar los intereses territoriales; y su posición institucional en relación con el Congreso.

La reforma tendrá otro referente: los trabajos de la ponencia que debatió este asunto entre 1995 y 1998. Dicha ponencia, en la que participaron todos los partidos -incluido el PP, con Alberto Ruiz-Gallardón como portavoz- acordó las funciones del Senado como Cámara territorial.

Según dicho acuerdo, el Senado debía ser Cámara de primera lectura en las leyes de transferencia o delegación de competencias y en las de armonización; en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y en las leyes de contenido autonómico, expresamente definidas en la Constitución. También lo sería en las iniciativas legislativas de las autonomías. Tal reforma conlleva la del Título III de la Constitución, que aborda las relaciones entre Congreso y Senado.

Sin acuerdo en 1998

La ponencia de reforma de la Cámara alta, que el Gobierno de José María Aznar clausuró en la primavera de 1998, no llegó a ponerse de acuerdo sobre el modo de elegir a los senadores ni sobre el reconocimiento de los hechos diferenciales en el Senado.

El PSOE llevó a su programa electoral de 2004 los acuerdos alcanzados en la ponencia. Pero también, de modo genérico, un nuevo procedimiento de elección de los senadores. Propuso aumentar la proporción de los parlamentarios elegidos por los parlamentos autonómicos sobre los de elección directa y que su renovación se hiciera siguiendo el calendario de las autonomías y no a la vez que el Congreso. Los socialistas también abogaron por atribuir a los presidentes autonómicos el derecho a participar en las sesiones el Senado en las mismas condiciones que los ministros.

Sin embargo, Zapatero evitará precisar hoy los requisitos del PSOE. El PP ya ha adelantado que no aceptará ninguna reforma del Senado que suponga modificar la Constitución.

El presidente del Senado, Javier Rojo, en el congreso del PSE.PRADIP J. PHANSE

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