"Las autonomías no tendrán más remedio que incrementar la presión fiscal"

José Sánchez Maldonado (Málaga, 53 años) es uno de los principales expertos andaluces en financiación autonómica. Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga, Sánchez Maldonado cree que el actual modelo es bueno y que, en el futuro, las comunidades tendrán que asumir el coste político de subir los impuestos a sus ciudadanos para obtener más recursos. La semana pasada participó en unas jornadas organizadas por el Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de la Presidencia, sobre las balanzas fiscales.

Pregunta. Los partidos nacionalistas catalanes ...

José Sánchez Maldonado (Málaga, 53 años) es uno de los principales expertos andaluces en financiación autonómica. Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga, Sánchez Maldonado cree que el actual modelo es bueno y que, en el futuro, las comunidades tendrán que asumir el coste político de subir los impuestos a sus ciudadanos para obtener más recursos. La semana pasada participó en unas jornadas organizadas por el Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de la Presidencia, sobre las balanzas fiscales.

Pregunta. Los partidos nacionalistas catalanes ya han situado la financiación autonómica como el principal escollo en el debate de la reforma del Estatuto. ¿Es viable el modelo que prevé el Estatuto catalán

"Todas las comunidades tendrán que poner en marcha el 'céntimo sanitario' e implicarse cada vez más en los temas de financiación"

"Ocurra lo que ocurra, habrá que dar solución al tema de la financiación autonómica antes de aprobar el Estatuto catalán"

[la Generalitat recaudaría todos los impuestos y daría una parte al Estado] para el conjunto del país?

Respuesta. La financiación autonómica es de una envergadura que concierne al conjunto de las comunidades. La única solución puede venir, como hasta ahora, de un acuerdo multilateral entre todas las comunidades. Es un tema que implica a todos los ciudadanos, a todas las comunidades y al Gobierno. La manera es debatirlo en las Cortes Generales, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera o en cualquier foro donde estén representadas todas las fuerzas políticas.

P. ¿Qué efecto tendría en los recursos del Estado y de las demás comunidades la aplicación de este modelo?

R. Sea cual sea el modelo de financiación que salga en el Estatuto catalán,

va a condicionar al conjunto de comunidades si antes no se acuerda entre todos el modelo de financiación. Ocurra lo que ocurra, habrá que dar solución al tema de la financiación antes de aprobar el Estatuto catalán. Tal como está redactado ahora el Estatuto de Cataluña, ellos tendrían poder normativo sobre el tipo impositivo del IVA o el de sociedades. Y estas medidas de política económica no se pueden tomar de forma bilateral porque afectan al conjunto de ciudadanos.

P. ¿Cuál debe ser la posición de Andalucía en este debate?

R. La que ha mantenido hasta ahora. La financiación autonómica debe quedar fuera del debate estatutario. Debe producirse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y dentro de la regulación de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas.

P. ¿A Andalucía le interesa el actual modelo?

R. Para Andalucía, el actual modelo es mucho mejor que el propuesto en el proyecto de Estatuto catalán. El actual modelo funciona razonablemente bien para el conjunto de comunidades. Con algunos desajustes en sanidad y con algunas cuestiones que habría que resolver, como es acercar a todas las comunidades a la financiación per cápita media, es un sistema que podría seguir funcionando con algunos retoques.

P. ¿Qué retoques?

R. Los retoques serían para dar mayor autonomía financiera a las comunidades, aumentando su participación en el IRPF, en los impuestos sobre consumos específicos o, como vengo defendiendo contra viento y marea, el IVA en su fase minorista, que reúne todas las características para ser un impuesto cedido con capacidad normativa a las comunidades. En el futuro se tendría que mejorar el sistema por la vía de dotar de mayor espacio fiscal, de más autonomía, de más capacidad normativa a las comunidades. Se pueden ceder espacios fiscales en impuestos que afecten a los individuos que residen en las diferentes autonomías. No considero adecuada la cesión del impuesto sobre sociedades o el IVA no minorista, que deben quedar en manos de la Hacienda central.

P. ¿Es posible avanzar en la autonomía financiera de las autonomías, que todas ganen y que el Estado no pierda recursos?

R. Si no se eleva la presión fiscal, estamos ante un juego de suma cero. Se podría tratar de dar a las autonomías la misma cuantía absoluta de recursos y que los recursos estuvieran unidos a figuras tributarias sobre las cuales las comunidades tuvieran mayor poder de gestión y mayor poder normativo.

P. ¿A Andalucía en qué impuestos le interesa avanzar?

R. Una solución buena sería el IVA en fase minorista y un poco más de capacidad normativa y de gestión del IRPF. De esa manera mejoraría sustancialmente la autonomía financiera de la comunidad.

P. ¿Qué opina de que las comunidades hayan bajado los impuestos a sus ciudadanos en los tramos de los impuestos que tienen cedidos, especialmente el IRPF?

R. Creo que escudándose en el hecho de que la capacidad normativa que tienen es muy poca, las comunidades no se han atrevido a aumentar la presión fiscal. Como tienen poca capacidad normativa, creen que subir un poco la presión fiscal va a tener unos efectos recaudatorios muy pequeños y un coste político muy elevado.Si el porcentaje de IRPF cedido y la capacidad normativa fuese mayor, pequeños incrementos en la tarifa darían un beneficio que podría compensar el coste político.

P. En el último acuerdo sobre la sanidad, una competencia exclusiva de las comunidades, el que ha puesto el cheque ha sido el Gobierno central.

R. Lo único que ha ocurrido es que el Gobierno ha puesto una mayor cantidad de dinero a disposición de las comunidades. Las favorables al Gobierno han votado que sí, las no favorables se han abstenido, pero ninguna ha dejado el dinero allí. Todas se lo han llevado. En la reforma futura, hay que tener en cuenta que la sanidad es una responsabilidad compartida y que todas las comunidades tendrán que poner en marcha el céntimo sanitario e implicarse cada vez más en los temas de financiación. El margen que le queda al Estado es cada vez más pequeño y las autonomías tendrán que hacer uso de esa responsabilidad por fuerza, porque se verán obligado a ello para cubrir las demandas sociales de sus ciudadanos. No tendrán más remedio que incrementar su presión fiscal.

P. ¿Andalucía debería haber aplicado ya el céntimo sanitario?

R. Tal como está funcionando el sistema de financiación, es una baza que me guardaría para los próximos años, en los que las cosas van a venir peor dadas.

P. Los expertos destacan que las balanzas fiscales son más que nada un instrumento de análisis. ¿Qué opina cuando se hacen lecturas políticas?

R. Las balanzas fiscales no se deben utilizar en las políticas de financiación. Son un artilugio metodológico para ver el grado de redistribución que hace el Gobierno central. Lo único que hacen es calcular las cargas y beneficios que reciben los ciudadanos de la actuación del Estado y esos saldos individuales se agregan por territorios. No tienen ningún sentido territorial. La balanza fiscal es lo que usan las regiones ricas para decir que crecen menos porque aportan mucho, pero es lo mismo que hacen las comunidades pobres con la deuda histórica. Tenemos que dejar de hablar de balanza fiscal y de deuda histórica al hablar de financiación. Pero entiendo que haya comunidades que hablen de deuda histórica; lo hacen como mecanismo de defensa frente al uso de la balanza fiscal. El objetivo debe ser igualar la financiación per cápita.