El endurecimiento de la protesta pesquera afecta a más barcos y acentúa el malestar en otros sectores

Cadenas de supermercados deciden cerrar sus puestos de pescado en las zonas costeras

Aumenta la tensión alrededor de la protesta pesquera. Los pescadores valencianos mantuvieron ayer la tercera jornada de bloqueo de los puertos comerciales. Tercera jornada que ya sumaba alrededor de 70 barcos afectados, a los que habría que sumar diez cancelaciones. Dos nuevos barcos de pasajeros, además, se vieron atrapados en Dénia, uno con 145 pasajeros y otro con 31. A la protesta se unieron ayer los efectos del cierre de Mercavalencia, que se reflejó en los puntos de venta. Los supermercados optaron por dejar de vender de momento pescado en las zonas costeras.

Ayer fue un día de ci...

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Aumenta la tensión alrededor de la protesta pesquera. Los pescadores valencianos mantuvieron ayer la tercera jornada de bloqueo de los puertos comerciales. Tercera jornada que ya sumaba alrededor de 70 barcos afectados, a los que habría que sumar diez cancelaciones. Dos nuevos barcos de pasajeros, además, se vieron atrapados en Dénia, uno con 145 pasajeros y otro con 31. A la protesta se unieron ayer los efectos del cierre de Mercavalencia, que se reflejó en los puntos de venta. Los supermercados optaron por dejar de vender de momento pescado en las zonas costeras.

Ayer fue un día de cifras y declaraciones: sobre las primeras, en Valencia los barcos afectados por el paro sumaban 37, cinco en Sagunto y tres en Gandia. En Castellón la cifra subió hasta 12 y en Alicante, la movilización impidió el paso de 9 buques, todos de mercancías salvo el de la línea Alicante-Orán. Otro barco anuló su entrada.

Uno de los 145 pasajeros atrapados en el buque Manuel Azaña, de Baleària, fondeado desde ayer en las costas de Dénia, se quejaba: "Para hacer su huelga, han adoptado una fórmula que va en contra del ciudadano. Se están equivocando", manifestó Félix Carretero por el móvil. Este afectado apuntó que una cuarentena de pasajeros de la embarcación presentará una reclamación judicial para reclamar daños y perjuicios. En Valencia, el crucero que dejó en dique seco a 439 pasajeros fue cancelado y se decidió o devolver dinero o a aplazar el viaje. El bloqueo salpicó los entrenamientos del Desafío Español 2007.

La jornada de ayer transcurrió sin incidentes en los supermercados y centros comerciales de Alicante. El desabastecimiento de pescado fresco era cada vez mayor. Mercavalencia, además, tenía previsto seguir cerrada, por lo que distintas fuentes aseguraban que en dos días se les acabaría el género. Ayer, varias cadenas de supermercados acordaron dejar de vender pescado en sus tiendas de las principales poblaciones costeras. El presidente de la Federación de Asociaciones de Mercados Municipales, José Pérez Acevo, exigió indemnizaciones para los comerciantes autónomos.

En general, la jornada no registró incidentes. Fuentes policiales informaron de que en Alicante una docena de trabajadores fue identificado por su presunta participación, el martes, en piquetes para impedir la venta de pescado. También en Alicante, otros 12 pescadores fueron identificados. Precisamente, la cofradía de Dénia envió ayer un comunicado para disculparse por el altercado del lunes, cuando varios pescadores rociaron con gasolina el género de un supermercado. Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, indicó que el Gobierno ha notificado a los pescadores partícipes de la protesta que han infringido la ley de puertos.

En Castellón, a la misma hora que se iniciaba la reunión en Madrid, un grupo de pescadores y sus familiares cortaron los principales accesos al distrito marítimo, en una manifestación que no estaba autorizada, según fuentes de la Policía Local, informa María Fabra. Y dos pescadores de la Cofradía de Benicarló iniciaron ayer una huelga de hambre que mantendrán hasta que se alcance un acuerdo con el Gobierno. Todos los puntos de venta de pescado fresco se mantuvieron cerrados por desabastecimiento.

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La preocupación subió ayer de tono. A las llamadas de la patronal CEV, se sumaron las de la Cámara de Comercio de Valencia, que pidió negociación "para evitar la conflictividad que tanto perjudica a los intereses de la economía valenciana". También las navieras instaron al Gobierno a adoptar "las medidas necesarias". También siguió el goteo de los ayuntamientos que anuncian ayudas, como hizo Santa Pola, que dijo que aportará más de 30.000 euros para los 440 pescadores del municipio. Y los grupos municipales del Bloc y del PP en Gandia demandaron medidas para "incrementar el control de las importaciones de pescado".

Las alarmas económicas empiezan a saltar

David contra Goliat. El sector pesquero valenciano (alrededor de 2.000 embarcaciones que emplean directamente a unas 6.000 personas) ha hecho saltar las alarmas de la economía al bloquear los puertos comerciales. Un estrangulamiento que cada hora que pasa conlleva más pérdidas económicas y que hizo que ayer creciera la tensión y se multiplicaran las voces que piden una solución.

El sector mueve al año alrededor de 120 millones, según datos de la Consejería de Agricultura. Las mismas fuentes estiman que representa entre el 3% y el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico. Los problemas a los que tiene que hacer frente -aumento de las importaciones o del precio del gasóleo, entre otros- ha ido reduciendo este colectivo en un goteo sostenido durante los últimos años. Así, por ejemplo, sólo en la Cofradía de Valencia hace 15 años había 70 barcas. Hoy la cifra es de 20, según explicaba ayer su presidente, José Ramón Domingo. En Alicante, la flota se ha reducido un 25% en dos años, hasta quedar en 311 barcos repartidos en 12 cofradías.

El sector cree que vive una situación insostenible ante la cual no reciben la respuesta que precisan del Gobierno, lo que les ha llevado a las bocanas de los puertos. Las alarmas han saltado y empieza a hablarse de pérdidas.

Ayer, la Asociación Naviera Valenciana explicó que está entre los primeros perjudicados y que tienen 20 barcos fondeados. La asociación, que mostró comprensión con la protesta pero no con la forma, explicó que es pronto para evaluar pérdidas pero que en "ningún caso" tener parado un barco supone menos de 60.000 euros por barco.

Los mayoristas de pescado de Mercavalencia venden al día tres millones por lo que su presidente, Isidro Monedero dijo que sus 32 puestos en dos días han dejado de facturar seis millones.

"Lo importante es lo que pierde el resto de la economía", defendían ayer fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia. La actividad de carga y descarga permaneció parada y los más de 800 estibadores no trabajaron.

Entre la mercancía atrapada hay tres barcos de cítricos -dos en Castellón y uno en Gandia- que deberían llevar unas 9.000 toneladas a EE UU. El presidente del Comité de Gestión de Cítricos, Vicente Bordils, explicó que si la carga no sale antes del martes no llegará a tiempo para el Día de Acción de Gracias (24 de noviembre) con la importante pérdida económica y de mercado que supondría. Bordils pidió una "solución rápida".

En Alicante, el presidente de la Autoridad Portuaria, Mario Flores, rehusó cuantificar los daños a la espera de conocer los buques que han anulado su entrada, desde el inicio de la protesta. En cualquier caso, apuntó Flores, los armadores sufren unas pérdidas de media de unos 6.000 euros, precio que corresponde al coste medio del atraque. Los operadores logísticos, agregó, también deberán hacer frente a las reclamaciones por el retraso de la mercancía.

En Castellón, ningún sector expone todavía un balance de pérdidas ya que, de momento, el bloqueo de puertos sólo afecta a los tiempos de salida o entrada de materia prima o de producto acabado. En el caso del sector azulejero, los productores más afectados son los de fabricación de gres porcelánico ya que están a la espera de la entrada de caolín y feldespato. De momento, el suministro de ambas materias es suficiente. El punto más conflictivo para el sector azulejero es el del bloqueo del puerto de Valencia por el que sacan el 92% de todo el producto.

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