Medio Ambiente censa la población de águila perdicera en 650 ejemplares

El censo de aves rapaces realizado este año por la Consejería de Medio Ambiente ha contabilizado alrededor de 650 ejemplares de águilas perdicera, entre 325 y 343 parejas, en todo el territorio andaluz, una especie que se encuentra catalogada como vulnerable a la extinción.

Del total de este censo, elaborado por técnicos y expertos de Medio Ambiente en las ocho provincias andaluzas, el mayor número de ejemplares localizados de este tipo de rapaces está en la provincia de Huelva, con 160 ejemplares (80 parejas); seguida de Almería, que tiene entre 110 y 120 aves (55-60 parejas); Granada,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El censo de aves rapaces realizado este año por la Consejería de Medio Ambiente ha contabilizado alrededor de 650 ejemplares de águilas perdicera, entre 325 y 343 parejas, en todo el territorio andaluz, una especie que se encuentra catalogada como vulnerable a la extinción.

Del total de este censo, elaborado por técnicos y expertos de Medio Ambiente en las ocho provincias andaluzas, el mayor número de ejemplares localizados de este tipo de rapaces está en la provincia de Huelva, con 160 ejemplares (80 parejas); seguida de Almería, que tiene entre 110 y 120 aves (55-60 parejas); Granada, con 100 águilas (50 parejas); Cádiz, que tiene de 80 a 90 perdiceras (40-45 parejas); Córdoba, dónde han contabilizado a 72, (36 parejas), y Sevilla, con sólo unos 28 o 30 ejemplares (14-15 parejas), según informa la Consejería en un comunicado.

Especie vulnerable

El águila perdicera es una especie que se encuentra estable en Andalucía gracias a los últimos programas de conservación puestos en marcha por la Junta desde 1986, aunque está clasificada como "vulnerable a la extinción" según las categorías establecidas por la Unión Mundial para la Naturaleza.

Entre sus principales amenazas hay que destacar el trasiego de personas por las cercanías de los nidos en época reproductora, la persecución directa -sobre todo de los habitantes de las localidades más cercanas a las zonas de producción-, la electrocución en tendidos eléctricos, la realización de obras, el conocimiento de la ubicación de los nidos por personas no conservacionistas y, por último, la alteración del hábitat.

La perdicera es un ave rapaz propia de zonas montañosas de mediana y baja altitud, en las que suele predominar el matorral mediterráneo mezclado con algunas zonas arboladas. Esta especie suele nidificar en riscos y salientes rocosos, aunque también puede hacerlo sobre árboles, y los nidos suelen estar poco elaborados, aunque son grandes respecto al tamaño del ave que, además, cuenta con un plumaje muy característico. Las perdiceras tienen color oscuro por encima y bastante claro por debajo, donde presenta una amplia franja negra en las alas y en el extremo de la cola. Su longitud oscila entre 65 y 75 centímetros, su peso entre 1,5 y 2,2 kilogramos y su envergadura entre 150 y 180 centímetros. En vuelo se reconoce por una ancha franja diagonal en la parte inferior de las alas. El pecho está salpicado de motas oscuras muy finas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La conservación de esta especie en Andalucía está sometida a un exhaustivo control de las parejas, ya que dicha población es una de las principales de toda Europa, continente en el que esta especie se distribuye de forma discontinua por el sur, así como por el norte de África, Arabia, India, China meridional y el archipiélago de la Sonda.

Archivado En