Reportaje:

Los mendigos no quieren techo

Sólo el 35% de los indigentes aceptan alojarse en el centro barcelonés de acogida de la Mar Bella

El Ayuntamiento de Barcelona se ha puesto en contacto durante la última semana con 217 personas sin techo para que se alojen en el nuevo centro de acogida de la Mar Bella, aunque sólo 73, es decir, el 35%, han accedido a beneficiarse de este servicio. El concejal de Bienestar Social, Ricard Gomà, explicó ayer que se trata de un porcentaje bajo pero "importante", ya que los indigentes, en general, son personas muy reticentes a aceptar servicios de acogida.

El centro de la Mar Bella va dirigido a personas sin techo sin hijos menores y, muy especialmente, a aquellos indigente...

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El Ayuntamiento de Barcelona se ha puesto en contacto durante la última semana con 217 personas sin techo para que se alojen en el nuevo centro de acogida de la Mar Bella, aunque sólo 73, es decir, el 35%, han accedido a beneficiarse de este servicio. El concejal de Bienestar Social, Ricard Gomà, explicó ayer que se trata de un porcentaje bajo pero "importante", ya que los indigentes, en general, son personas muy reticentes a aceptar servicios de acogida.

El centro de la Mar Bella va dirigido a personas sin techo sin hijos menores y, muy especialmente, a aquellos indigentes reacios a acceder a recursos y servicios sociales que implican un cierto grado de exigencia o de obligaciones por su parte.

Desde que está en marcha el centro de acogida de la Mar Bella, con una capacidad de 100 camas, entre 35 y 40 personas pernoctan a diario en estas instalaciones, en las que, además de un techo donde dormir durante tres o cuatro días, los usuarios tienen cubiertas sus necesidades básicas, como comida y aseo, y disponen de atención social y sanitaria.

Hasta ahora, el Ayuntamiento habilitaba el pabellón barcelonés de la Mar Bella para albergar a los sin techo en el marco de la llamada operación frío, teniendo en cuenta que en Barcelona hay unas 800 personas de este colectivo que son especialmente vulnerables en situaciones meteorológicas excepcionales.

Gomà precisó que el nuevo equipamiento "no es un albergue que cronifica la situación, sino que quiere ser un recurso que active procesos de inclusión social", dando estabilidad a la red de servicios de inclusión social. La puesta en funcionamiento de las instalaciones, apuntó Gomà, ha implicado un refuerzo de los educadores, que han pasado de cuatro a seis, aunque el equipo de los los servicios de acogida también está integrado por sanitarios, vigilantes, voluntarios y equipos de transporte de los indigentes.

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