Una vacuna experimental previene el 70% de casos de cáncer de cuello de útero

La terapia es eficaz contra el virus que causa este tumor y que origina 300.000 muertes al año

Una vacuna experimental ha conseguido evitar la aparición de cáncer de cuello de útero, según un estudio de dos años realizado en 90 centros de 13 países durante dos años. El tratamiento se basa en la relación causa-efecto entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cérvix, un vínculo que comenzó a estudiarse hace 15 años. Dada la variedad de virus existentes, los investigadores se han centrado en las dos más frecuentes, la 16 y la 18, que se consideran la causa del 70% de los cánceres de cuello de útero, el segundo más frecuente en mujeres (seis de cada 100.000).

El estudio de la...

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Una vacuna experimental ha conseguido evitar la aparición de cáncer de cuello de útero, según un estudio de dos años realizado en 90 centros de 13 países durante dos años. El tratamiento se basa en la relación causa-efecto entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cérvix, un vínculo que comenzó a estudiarse hace 15 años. Dada la variedad de virus existentes, los investigadores se han centrado en las dos más frecuentes, la 16 y la 18, que se consideran la causa del 70% de los cánceres de cuello de útero, el segundo más frecuente en mujeres (seis de cada 100.000).

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El estudio de la vacuna, que ha sido realizado por los laboratorios Merck, es el penúltimo paso de la carrera para controlar mediante vacunación el cáncer de cérvix, el segundo más frecuente en mujeres. Se trata del primer éxito de vacunación contra el cáncer (aunque en este caso los anticuerpos no atacan directamente a las células cancerosas, sino al virus que las provoca).

En el ensayo han participado 12.167 mujeres, con edades entre los 16 y los 26 años, según Merck. Consiste en un experimento en fase III (con un elevado número de voluntarias y que es el último paso antes de iniciar los trámites para la aprobación del producto).

La llegada de la vacuna al mercado depende ahora de las respectivas agencias del medicamento: la FDA estadounidense, la EMEA europea y la española. El tiempo promedio del proceso puede representar que hasta dentro de un año y medio como poco la vacuna no esté disponible en España.

Tres inyecciones

La vacunación en el ensayo se ha realizado mediante tres inyecciones: tras una inicial, las siguientes se efectuaron a los dos y seis meses. Han participado voluntarias de Brasil, Colombia, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, México, Noruega, Perú, Polonia, Reino Unido, Singapur y Suecia. La mitad fue vacunada, y la otra mitad recibió placebo. El 50% de las mujeres tiene el virus del papiloma humano, pero en la mayoría de los casos esta infección no degenera en cáncer.

En el ensayo, ninguna de las voluntarias con los tipos 16 o 18 del virus del papiloma desarrolló cáncer, pero sí hubo algunas con lesiones precancerosas.

Ninguna de las mujeres que recibieron la vacuna sufrió efectos adversos que la obligaran a abandonar el ensayo. El inconveniente más mencionado son las molestias relacionadas con la inyección.

En todo el mundo se diagnostican cada año alrededor de medio millón de cánceres de cuello de útero, de los que mueren, sobre todo en los países pobres, casi 300.000 mujeres. En los países desarrollados los sistemas de análisis periódicos (la llamada prueba de Papanicolau) han reducido la progresión de la enfermedad. Además, el virus del papiloma está relacionado con un 50% de los casos de cáncer de pene.

Si el proceso de aprobación del producto llega hasta el final, la edad ideal para vacunar a las niñas será antes de que tengan las primeras relaciones sexuales, ha dicho Eliav Barr, director de investigación de Merck.

Aparte de la prevención del cáncer de cuello de útero, la vacuna se ha mostrado eficaz en evitar las verrugas causadas por otros dos tipos de papiloma, el 6 y el 11. Estas variedades del papiloma son responsables del 90% de las lesiones genitales. Su prevención es importante porque pueden degenerar en tumores o heridas, con el consiguiente riesgo de que actúen como vía de entrada de infecciones de transmisión sexual, como la sífilis, la gonorrea o el sida.

Genotipado previo

La vacuna, de momento, no cubre todos los tipos de virus del papiloma. Por eso pueden ser útiles los sistemas de genotipado previo. Estos dispositivos, como el desarrollado en España por Genómica, permiten identificar cuál de los más de 30 tipos de papiloma tiene la mujer, y de esa manera poner en alerta a los médicos y las mujeres ante los tipos más agresivos o evitar que se malgaste la vacuna con tipos para los que no sirva.

Numerosos científicos confían en que pronto la vacuna pueda aplicarse a todos los tipos de virus de papiloma. "Parece que pronto será aplicable a prevenir la mayoría de los casos de cáncer. Con cualquier enfermedad causada por un virus, la mejor manera de detenerlo y de prevenirlo es una vacuna", ha dicho Anne Szarevski, del Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido. "Los resultados del ensayo son muy esperanzadores, tanto por el tamaño de la muestra como porque se ha llegado a una protección del 100%" en los tipos de virus más frecuentes, ha añadido la profesora de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Margaret Stanley.

Laboratorio de análisis médicos en Valencia.

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