La Embajada en Cuba invitará por separado a autoridades y disidentes

El PP pide al ministro que destituya al responsable diplomático en La Habana

La Embajada de España en La Habana invitará por separado, y probablemente en días distintos, a las autoridades cubanas y a los disidentes, con ocasión de la celebración de la Fiesta Nacional de España, el próximo miércoles, 12 de octubre. Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes diplomáticas y parlamentarias, después de que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, evitara responder directamente a la pregunta concreta sobre el tema que le planteó el PP en el Congreso de los Diputados.

Tras contestar que "el 12 de octubre pasará lo que tenga que pasar", Moratinos dejó claro...

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La Embajada de España en La Habana invitará por separado, y probablemente en días distintos, a las autoridades cubanas y a los disidentes, con ocasión de la celebración de la Fiesta Nacional de España, el próximo miércoles, 12 de octubre. Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes diplomáticas y parlamentarias, después de que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, evitara responder directamente a la pregunta concreta sobre el tema que le planteó el PP en el Congreso de los Diputados.

Tras contestar que "el 12 de octubre pasará lo que tenga que pasar", Moratinos dejó claro, sin embargo, que, en Cuba, España "seguirá aplicando la posición europea". El ministro recordó, en ese contexto, que Francia y Alemania, los dos únicos países que han celebrado fiestas nacionales desde la renovación de esta posición, el pasado mes de julio, han seguido la pauta indicada de realizar recepciones separadas para autoridades y disidentes.

La primera era la oficial, con invitación a todo el cuerpo diplomático acreditado. La segunda fue convocada la víspera por la Embajada alemana, y tuvo como resultado que las autoridades cubanas no acudieran a su fiesta. Francia, en cambio, invitó a los disidentes después de la celebración oficial.

La decisión de invitar a disidentes a estas fiestas nacionales, adoptada por la UE a instancias del último Gobierno de José María Aznar, suscitó el rechazo del régimen castrista a mantener cualquier tipo de contacto con las delegaciones diplomáticas de los países que la pusieran en práctica. El Gobierno socialista español promovió la vuelta atrás con respecto a esa política, adoptada por la UE el pasado enero.

El 12 de octubre de 2004, varios de los disidentes invitados a la Embajada española en La Habana protestaron por el discurso de diálogo con las autoridades que les dirigió el embajador, Carlos Alonso Zaldívar.

Gustavo de Arístegui, portavoz de Exteriores del PP, recordó ayer ese incidente en la comisión competente del Congreso; aseguró que los opositores cubanos se quejan de que Zaldívar defiende al régimen castrista cuando se reúne con ellos y pidió que el embajador dimita o sea destituido, porque su actuación "es una vergüenza". Moratinos le pidió al portavoz popular "un tácito respeto" y calificó sus críticas al diplomático español de "intolerables". Afirmó que el Gobierno español tiene buenas relaciones tanto con las autoridades cubanas como con los disidentes. "Porque ayudamos a sacarles de la cárcel", recordó, y aseguró que, "tanto en Cuba como en Venezuela, España seguirá aplicando una política de protección de los intereses de los españoles, y de fortalecimiento de la democracia".

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El ministro sostuvo, por otro lado, que el Gobierno actual ha resuelto la "posición difícil" que muchas empresas tenían en Latinoamérica, especialmente en Argentina. "Nos dijeron que con el señor [Néstor] Kirchner [presidente argentino] no se podía tratar, pero sí se puede, y se puede llegar a acuerdos" con él, dijo Moratinos.

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