La UE multa a Peugeot con 49,5 millones por poner trabas al mercado

La firma frenaba las ventas en Holanda por los bajos precios

La Comisión Europea impuso ayer una multa de 49,5 millones de euros a Peugeot por poner trabas entre 1997 y 2003 a que sus concesionarios de los Países Bajos vendieran vehículos a residentes en terceros países donde el precio franco fábrica era más alto. "La Comisión tomará todo tipo de medidas para impedir que los fabricantes bloqueen a los consumidores", señaló la comisaria de Competencia, Nellie Kroes.

La firma automovilística francesa lamentó la decisión, dijo que estudiará recurrir y se defendió asegurando que se trataba de incrementar la cuota de mercado en el mercado de Holanda....

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La Comisión Europea impuso ayer una multa de 49,5 millones de euros a Peugeot por poner trabas entre 1997 y 2003 a que sus concesionarios de los Países Bajos vendieran vehículos a residentes en terceros países donde el precio franco fábrica era más alto. "La Comisión tomará todo tipo de medidas para impedir que los fabricantes bloqueen a los consumidores", señaló la comisaria de Competencia, Nellie Kroes.

La firma automovilística francesa lamentó la decisión, dijo que estudiará recurrir y se defendió asegurando que se trataba de incrementar la cuota de mercado en el mercado de Holanda.

Los precios antes de impuestos de los vehículos en Europa varían entre países, diferencias que se ven agravadas con los distintos impuestos que cargan la adquisición. En general, los vehículos más caros resultan ser los alemanes, según el último estudio de la Comisión, aunque también en Francia los precios son altos: un Peugeot 206 que se vende en Francia por 10.535 euros antes de impuestos, sale al mercado alemán por 9.381 y en Holanda no llega a los 9.100.

Compradores de esos y otros países, tentados por los precios holandeses, intentaron comprar sus coches en los Países Bajos, una misión difícil dadas las trabas que imponía la marca francesa a sus concesionarios.

Una investigación realizada por inspectores de la Comisión entre septiembre de 1999 y abril de 2003 probó que durante casi ocho años, desde enero de 1997 y hasta septiembre de 2003, la firma del león, a través de su filial Peugeot Nederland, impuso una estrategia para impedir que sus concesionarios holandeses vendieran vehículos a particulares de terceros países.

No residentes

La presión se ejercía por una doble vía: se eliminaban primas o reducían incentivos por la venta de vehículos a ciudadanos no residentes en Holanda o se amenazaba con no proporcionar vehículos a los concesionarios que realizaban ventas al exterior.

"Privar a los consumidores de las ventajas del mercado único es particularmente perjudicial en el sector del automóvil, porque el coche es la segunda inversión más importantes de los hogares, tras la vivienda", subrayó la comisaria Kroes, quien aseguró que seguirá velando por la transparencia del mercado.

Ésta es la cuarta vez que la Comisión interviene para atajar las manipulaciones comerciales de los fabricantes de coches, y Kroes se confesó decepcionada por ello. Antes fueron multados Volkswagen, DaimlerChrysler y Opel con cantidades reducidas en posterior apelación. La sanción récord recayó sobre Volkswagen, con 102 millones rebajados a 90, por negarse a vender a ciudadanos alemanes y austriacos que querían comprar sus vehículos en concesionarios italianos.

Peugeot dijo ayer que lamentaba que Bruselas no hubiera comprendido que se trataba de una simple estrategia comercial para incrementar su cuota de mercado en Holanda, donde pasó del 7,1% en 1997 al 10,4% en 2003. "Además, todos los consumidores que han querido comprar coches Peugeot en Holanda lo han hecho libremente", señaló la firma. Peugeot estudiaba ayer la presentación de un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

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