El Reino Unido crece sólo el 1,5%, la tasa más baja desde 1993

La economía británica creció medio punto en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, la tasa anual ha caído al 1,5%, la más baja desde 1993, debido a que la Oficina Nacional de Estadística ha rebajado en tres décimas el crecimiento registrado en el cuarto trimestre del año pasado.

Los analistas creen que este dato, unido al pesimismo que empieza a imponerse en el comercio, aumenta las posibilidades de un recorte de tipos de interés en noviembre. El Banco de Inglaterra ya bajó el precio del dinero un cuarto de punto en agosto, la primera bajada en dos años, hasta establecer los tip...

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La economía británica creció medio punto en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, la tasa anual ha caído al 1,5%, la más baja desde 1993, debido a que la Oficina Nacional de Estadística ha rebajado en tres décimas el crecimiento registrado en el cuarto trimestre del año pasado.

Los analistas creen que este dato, unido al pesimismo que empieza a imponerse en el comercio, aumenta las posibilidades de un recorte de tipos de interés en noviembre. El Banco de Inglaterra ya bajó el precio del dinero un cuarto de punto en agosto, la primera bajada en dos años, hasta establecer los tipos en el 4,5%.

El ministro del Tesoro y canciller del Exchequer, Gordon Brown, ya admitió el pasado fin de semana que la economía del Reino Unido crecerá este año por debajo de sus previsiones de entre el 3% y el 3,5%. Sin embargo, el ajuste estadístico complica la situación de las cuentas públicas y aumenta las posibilidades de que Brown tenga que elegir entre dos males para corregirlas: subir los impuestos o recortar el gasto público. Cualquiera de ellas sería profundamente impopular y mellaría el prestigio del canciller, cuyo mote de Brown el Prudente está en cuestión desde hace ya un tiempo.

El efecto del petróleo

Brown, que ha derrotado en los dos últimos ejercicios a los agoreros que le reprochaban que sus cuentas se basaran en unas perspectivas de crecimiento demasiado optimistas, achacó el domingo pasado el empeoramiento de la economía británica al entorno mundial y en particular a la carestía del petróleo. Pero sus críticos le reprochan que se ha endeudado demasiado y en las últimas semanas ha recibido sendos toques de atención sobre los desequilibrios de las cuentas públicas: primero desde la Comisión Europea y luego desde el Fondo Monetario Internacional.

El ajuste a la baja del crecimiento del cuarto trimestre se ha debido a correcciones en varios sectores vinculados al sector de la vivienda, entre otros, lo que confirmaría su tendencia al enfriamiento.

Los malos datos de crecimiento han coincidido con una ola de pesimismo en el comercio. La encuesta mensual de la Confederación de la Industria Británica revela que un 50% de los comerciantes encuestados responde que las ventas en septiembre fueron inferiores a las del año anterior y sólo un 26% dicen que han subido, lo que arroja un índice negativo de 24 puntos, el peor desde que se creó el indicador hace 22 años y cinco puntos por debajo del dato de junio, que hasta ahora era el peor.

El dato sobre el pronóstico a tres meses ha caído 20 puntos, el índice más bajo registrado y dos puntos por debajo del pronóstico de agosto. Sin embargo, el gasto de las familias ha crecido un 0,4%, el doble que el mes anterior, debido sobre todo al gasto de los británicos que han viajado al extranjero.

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