Reportaje:PROCESO DE PAZ EN EL ULSTER

El desarme del IRA "tendrá buena influencia en ETA"

El padre Alec Reid y el pastor Harold Good encarnan la lucha por el abandono de las armas en Irlanda y la paz entre las comunidades

Un sacerdote católico y un pastor protestante se han convertido en lo que ellos llaman "los ojos y lentes de la comunidad" para dar fe del desarme del IRA. Su testimonio no ha convencido a los unionistas del reverendo Ian Paisley de que el desarme del grupo más sanguinario del conflicto de Irlanda del Norte es genuino y que los republicanos han abandonado la lucha armada y han abrazado la vía política. Pero el católico Alec Reid y el protestante Harold Good piden a la comunidad unionista que no desaproveche esta oportunidad, destacan el peligro de una escisión del IRA si el desarme se hubiera ...

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Un sacerdote católico y un pastor protestante se han convertido en lo que ellos llaman "los ojos y lentes de la comunidad" para dar fe del desarme del IRA. Su testimonio no ha convencido a los unionistas del reverendo Ian Paisley de que el desarme del grupo más sanguinario del conflicto de Irlanda del Norte es genuino y que los republicanos han abandonado la lucha armada y han abrazado la vía política. Pero el católico Alec Reid y el protestante Harold Good piden a la comunidad unionista que no desaproveche esta oportunidad, destacan el peligro de una escisión del IRA si el desarme se hubiera hecho de otra manera, explican emotivos detalles de lo vivido estos días y subrayan que el movimiento del IRA "tendrá muy buena influencia en ETA".

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"Cuando se inutilizó el último rifle fue un instante trascendental", comenta Harold Good, sentado junto a Reid frente a un pequeño grupo de periodistas. Llevan ya casi dos horas atendiendo a televisiones, radios, agencias y periódicos. "Fue el final de todo", añade Reid. "El final de todo", redobla Good. "Nadie dijo una palabra. Pero todos éramos muy conscientes de lo que significaba. Hubo un silencio. Y nunca olvidaré ese silencio", recuerda. "Fue muy emocionante", apostilla Reid. "Todos éramos profundamente conscientes de su significado. Cada uno a su manera. Cada uno con sus pensamientos", añade el reverendo protestante. "Yo diría que los paramilitares sintieron una emoción aún mayor que nosotros", concluye el sacerdote católico, la mirada perdida en la historia, las manos prendiendo una taza de café frío.

"El primer día, de repente, me di cuenta de qué se trataba todo", confiesa Good. "Tienes una idea de lo que puede ser porque lo has visto en los diarios, pero de repente me sorprendí a mí mismo en aquel sitio, rodeado por todas aquellas armas de destrucción, que pueden acabar con la vida de cualquiera. Entonces me di cuenta de verdad de lo que estábamos haciendo. 'Estamos metidos en algo muy serio', pensé. Fui muy consciente de lo que hacíamos".

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Con 70 años y media vida en las trincheras de la no violencia, Alec Reid admite que no le dejaron ayudar a apilar las armas. "Harold ayudaba moviendo bolsas y sacos y otras cosas, cosas muy pesadas. Yo intenté ayudar un par de veces y me dijeron: 'No, tú no, porque si haces eso no estarás en condiciones de venir mañana'. O sea, que estaba alrededor fumándome una pipa", sonríe. Pero apenas quieren contar detalles de su peripecia: toda una semana acompañando a los integrantes de la Comisión Internacional Independiente encargada de certificar el desarme y a los paramilitares que han puesto las armas a su disposición.

Explican que el desarme se realizó en varios lugares, que les recogían a primera hora, que entre los paramilitares había alguna persona conocida, que los comisarios prolongaban la jornada de trabajo varias horas en el hotel, inventariando todo lo que habían visto y anotado, que todo acabó el sábado. Pero no quieren dar información confidencial y se molestan por la insistencia de los periodistas. "No sabíamos dónde íbamos ni nos importaba", replican. "No, no teníamos los ojos vendados", precisan. "Comprendo la curiosidad, pero lo importante aquí no son los detalles, sino el resultado. Adónde hemos ido, dónde nos hemos alojado, cómo hemos llegado allí... son preguntas interesantes pero no son relevantes. La pregunta relevante es cuál es el resultado de esta semana, dónde estamos ahora", proclama el reverendo Good.

Al padre Reid se le adivina el mal genio: "El IRA se ha ido y sería una tragedia si el DUP [Partido Unionista Democrático, de Ian Paisley] y esta gente continúan bloqueando el avance hacia una nueva sociedad, hacia una sociedad justa. Sería una tragedia sin parangón que el IRA se haya ido y la gente continúe actuando como si aún estuviera ahí. No íbamos a un viaje de turismo; íbamos a ver cómo se inutilizaban las armas".

Como pastor protestante, sobre el reverendo Good pesa más la responsabilidad de convencer a la comunidad unionista. "Después de tantos años podemos entender los recelos, las dudas. Pero lo que los dos queremos decir es 'por favor, confiad en nosotros'. Nosotros estábamos allí en nombre de la comunidad porque era imposible que estuvieran todos. Éramos sus ojos, éramos sus lentes, y les podemos decir que esas armas están ahora fuera de circulación", añade. "Las armas han sido un obstáculo enorme en el camino, un obstáculo inmenso para que todos estuvieran juntos. Ese obstáculo ha sido retirado y eso nos da la oportunidad de ir hacia delante. No hay que perderla", advierte.

"Estoy absolutamente seguro, sin ninguna sombra de duda, de que las armas del IRA han sido decomisadas por completo, sin la menor duda. Daría mi vida si no fuera así", tercia el padre Reid. "Desde 1969 he trabajado para reconducir este conflicto, para sacarlo de la calle y llevarlo a la vía política, y no diría esto si tuviera alguna duda. También quiero decir, y espero que nadie lo malinterprete, que siempre he estado en desacuerdo con toda la tradición de fuerza física en la política en Irlanda. Siempre he dicho que era un error político".

Reid añade: "No pertenezco a la comunidad republicana, pero no sé si hay alguien en la historia que haya hecho tantas cosas como yo con los republicanos. He trabajado con ellos durante 35 años. Tengo la experiencia directa y personal necesaria para saber lo que es tratar con el IRA y con el Sinn Fein. Miles de experiencias, desde arriba hasta abajo, la gente local. Los conozco lo bastante bien como para saber que si dicen 'sí' significa sí, que si dicen 'estamos haciendo esto', eso es lo que están haciendo. O sea, que no tengo ninguna duda de ningún tipo".

"No todo es cuestión de inventarios y fotografías", insiste Reid. "El liderazgo del IRA ha tenido que superar momentos muy difíciles. Cuando eliges la vía de la paz, lo tienes que hacer con mucho cuidado para no crear divisiones. El movimiento republicano se ha dividido en cada década durante el último siglo. Y la última división nos llevó a Omagh [el 15 de agosto de 1998, un coche bomba causó la muerte de 29 personas en esta ciudad. El IRA-Auténtico reivindicó lo que fue el atentado más sangriento del conflicto]. El liderazgo del IRA no quiere otro Omagh. Y si tienen que empezar a publicar inventarios y fotografías, la gente les diría: 'Nos estáis traicionando, nos estáis humillando, os estáis rindiendo y nosotros nunca nos rendiremos'. Hay que tratar de entender las cosas desde su punto de vista".

"Uno de los viejos hombres del IRA me dijo: 'Hacemos todo lo que podemos'. Y me pareció una buena respuesta. 'Lo hacemos lo mejor que podemos y eso es todo lo que podemos hacer'. Buena respuesta", añade el sacerdote católico.

Ambos están de acuerdo en que el desarme del IRA puede mover a ETA y otros grupos en esa dirección. "Esto es un ejemplo a seguir para todos allí donde hay conflictos", dice Harold. "Una manera verificable de acabar con las armas sin venganzas, sin rendiciones. Ha de ser un ejemplo a seguir en otros conflictos, como en el País Vasco, donde el padre Reid ha estado trabajando intentando llevar a la gente al mismo sitio".

"Estoy seguro de que va a influir, porque los nacionalistas en el País Vasco miran mucho hacia Irlanda. Irlanda les inspira", dice Reid. "Siempre me preguntan cómo van las cosas en Irlanda y siempre les digo que las cosas están yendo bien porque un día descubrí que cuando les digo que el problema siguen siendo las armas, les cambia la cara. No quieren oír malas noticias. Ésta es su esperanza, esto les convence de que 'nosotros podemos hacer eso'. El IRA lo ha hecho y estoy seguro de que va a tener una gran influencia. Quizá esto haga las cosas más fáciles a ETA. Creo que ETA está ahora comprometida con el camino político, lo sabemos por sus declaraciones públicas. Y creo que si se les plantea la cuestión del decomiso, los españoles pueden decir: 'El IRA lo ha hecho, nosotros podemos hacerlo".

Para el sacerdote católico, la influencia del IRA no se limita a ETA. "Creo que gente como Hamás y otros grupos que hasta cierto punto pueden haberse inspirado en el IRA van a decir que aquí hay nuevas oportunidades, nuevas ideas, y que hay que pensar en ello. Pueden pensar: 'Si el IRA lo ha conseguido, a pesar de su historia, y no se están rindiendo, quizá nosotros podamos hacer algo así'. Creo que va a tener una muy buena influencia en ETA".

El protestante Harold Good (izquierda) y el católico Alec Reid participan juntos en una rueda de prensa el lunes en Belfast.REUTERS

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