El Gobierno congela los impuestos especiales y actualiza las tasas
Los ingresos fiscales suben un 9,2% - El menor consumo modera el crecimiento del IVA y del impuesto de sociedades
El sosiego tributario es la tónica de los Presupuestos para 2006. Los únicos cambios previstos en el capítulo de impuestos consisten en deflactar la tarifa del IRPF (eliminar del impuesto los efectos de la inflación, de forma que la equiparación de los salarios con el índice de precios al consumo no signifique pagar más a Hacienda) y actualizar las tasas de servicios públicos (subirán entre un 2% y un 3%). Los impuestos especiales (tabaco y alcohol, que acaban de subir para financiar la sanidad, más la electricidad y los hidrocarburos) se mantienen congelados.
Esos cambios tendrán una m...
El sosiego tributario es la tónica de los Presupuestos para 2006. Los únicos cambios previstos en el capítulo de impuestos consisten en deflactar la tarifa del IRPF (eliminar del impuesto los efectos de la inflación, de forma que la equiparación de los salarios con el índice de precios al consumo no signifique pagar más a Hacienda) y actualizar las tasas de servicios públicos (subirán entre un 2% y un 3%). Los impuestos especiales (tabaco y alcohol, que acaban de subir para financiar la sanidad, más la electricidad y los hidrocarburos) se mantienen congelados.
Esos cambios tendrán una mínima repercusión en las arcas del Estado. La nueva tarifa del IRPF reportarán a los contribuyentes un ahorro de 227 millones de euros y con las tasas se pagarán 59 millones más. A cambio, el Estado dejará de recaudar 204 millones por no actualizar el 2% los tributos sobre carburantes.
Así, con un marco fiscal prácticamente idéntico al de este año, el Ejecutivo espera ingresar un 9,2% más por impuestos (un 7,6% si se compara con lo realmente recaudado por el Estado en 2005, superior a lo presupuestado), lo que arroja un total de 164.876 millones de euros. Los puntos de partida son similares. Con una economía que conserva un buen ritmo de crecimiento (3,3%, idéntico al nivel fijado para este año), es de esperar que el pago de impuestos mantenga el vigor. El conjunto de ingresos del Estado crece un 9,4%.
El tirón del consumo eleva los beneficios de las empresas y las anima a contratar más personal, lo que revierte a su vez en más consumo. El Ministerio de Economía confía en que este esquema se mantenga, con algún matiz, el año próximo. El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, basa sus previsiones principalmente en un buen resultado del impuesto sobre la renta, que crecerá un 9,5% sobre lo recaudado este año. El peso de las rentas del trabajo sobre la economía es crucial, pues representan un 78,4% del total de ingresos del Estado. Solbes espera también una mejora de lo que aportan las rentas del capital a las arcas públicas.
Beneficios empresariales
También se mantendrán con fuerza los ingresos por impuesto de sociedades (el que abonan las empresas por sus beneficios). No obstante, en este apartado se espera cierta "moderación" respecto a 2005, con subidas del 10%. Los beneficios empresariales se han disparado en los dos últimos ejercicios y para el año próximo se prevé una menor pujanza, basada en una desaceleración de la demanda interna en general y del consumo en particular.
El mismo criterio opera para la recaudación por IVA, que se moderará (crece un 4,8%) por el menor consumo. No obstante, "la mayor desaceleración se espera en el gasto en viviendas nuevas debido al enfriamiento de los precios", según figura en el proyecto de Presupuestos.
La partida de impuestos especiales (gravan hidrocarburos, alcohol, tabaco y electricidad) se verá animada por la reciente subida de impuestos en alcohol y tabaco para financiar la sanidad. Así, la recaudación crecerá un 5,6% respecto a este año, en que se ha resentido como consecuencia del encarecimiento de las gasolinas.