Reportaje:

Las mujeres cumplen el guión

Las estudiantes reciben 14 de los 21 Premios Extraordinarios al rendimiento universitario

Algunas tenían un plan; otras, continúan buscando la vocación. Las hay que han experimentado los rigores del mercado laboral y las hay que no tienen ninguna prisa por conocerlo. Alguna admite, con matices, haber sido una empollona, y la mayoría lo niega. Las 14 cumplieron ayer con el guión de acaparar los Premios Extraordinarios al Rendimiento Académico que concede la Generalitat. Dejaron siete a sus compañeros.

Carmen Navarro, por ejemplo, quería la única plaza de residente de cirugía plástica que hay en Valencia, y la ha conseguido. "En Medicina hay muy buenos expedientes. Yo me saqué...

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Algunas tenían un plan; otras, continúan buscando la vocación. Las hay que han experimentado los rigores del mercado laboral y las hay que no tienen ninguna prisa por conocerlo. Alguna admite, con matices, haber sido una empollona, y la mayoría lo niega. Las 14 cumplieron ayer con el guión de acaparar los Premios Extraordinarios al Rendimiento Académico que concede la Generalitat. Dejaron siete a sus compañeros.

Carmen Navarro, por ejemplo, quería la única plaza de residente de cirugía plástica que hay en Valencia, y la ha conseguido. "En Medicina hay muy buenos expedientes. Yo me saqué la carrera sin pensar en que me iban a dar un premio. Creía que todo el mundo sacaba esas notas". Hace memoria: unas 20 matrículas de honor y 9 sobresalientes. Acabó, como el resto de los premiados, en 2004. Después se encerró a estudiar el MIR, quedó la número 67 de España. Realiza la residencia en el Hospital La Fe.

La cirugía plástica da mucho dinero en las clínicas privadas, pero Navarro prefiere empezar por la pública, porque normalmente es reparadora y más agresiva. Navarro pone el ejemplo de las personas que sufren quemaduras. "Lo ideal sería trabajar a la vez en la pública y en la privada", añade. Cuando se le recuerda la controversia judicial sobre Juan Maeso, Carmen Navarro responde: "Si estás de guardia, estás de guardia. Pero si quieres dedicar dos tardes libres a la privada, también lo veo bien".

Cristina García, 22 años, se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante con media de sobresaliente. Admite que la carrera no ofrece grandes perspectivas laborales y prepara un doctorado de "español para extranjeros" aprovechando, dice, que "el español está de moda". ¿El futuro? "Colaborar en una universidad de Estados Unidos es bastante fácil teniendo un doctorado".

Peor -"negro"- ve el futuro Claudia Varella, de 24 años, licenciada en Historia por la Universitat de València con una media de 9,45, y que elige, entre los grandes historiadores, a Alexis de Toqueville, y a Edward Palmer Thompson como representante de la escuela marxista británica. "Yo no encuentro más ofertas que de ser azafata, recepcionista y camarera". Varella trabajó varios meses en el hotel Meliá Plaza de Valencia. ¿Explotación? "Impresionante. Las turbinas del capitalismo". "Ahora, si pudiera permitírmelo, empezaría a estudiar otra carrera, Filosofía, Literatura, Psicología...". Pero no puede. Así que piensa dedicar los 3.000 euros con los que está dotado el premio extraordinario a cursar un doctorado en la Universidad Jaume I, centrado, a ser posible, en el paso del siglo XIX y XX, "actores sociales y cultura".

De la Jaume I es Isabel Salvador, 22 años, diplomada en Turismo, que fue también premio extraordinario de Bachillerato y obtuvo el tercer mejor expediente de España en su carrera. Salvador trabaja en la oficina de turismo en Benicàssim y le gustaría hacerlo en la Agència Valenciana de Turisme. Desde allí, opina, "se puede influir para cambiar las cosas en la planificación turística".

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David Lauri es ingeniero técnico en Electrónica Industrial, tiene 22 años, estudió en Alcoi, en un centro de la Universidad Politécnica de Valencia. Lauri, aficionado al baile deportivo de competición, elaboró durante toda la carrera gráficas de las horas que estudiaba al día: entre ocho y media y nueve, contando las clases.

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