La iniciativa privada cubre el 30% del gasto en servicios sociales en Euskadi

La inversión anual en el sector ronda el 2% del PIB, frente al 4,5% de la media europea

Casi un tercio del gasto total en servicios sociales de Euskadi (el 30% en concreto) procede de la iniciativa privada, que en 2002 aportó 273 millones de euros frente a los 642 destinados por las administraciones. En total, el sector tuvo una inversión de 915 millones de euros, lo que supuso el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) vasco, una cifra por debajo de la media europea (4,5%) pero por encima de la española (1,5%).

Un informe de la Federación de Cajas de Ahorro Vasco-Navarras, con datos de 2002 y que se presentó ayer, señala que la distribución del gasto en los servicios sociale...

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Casi un tercio del gasto total en servicios sociales de Euskadi (el 30% en concreto) procede de la iniciativa privada, que en 2002 aportó 273 millones de euros frente a los 642 destinados por las administraciones. En total, el sector tuvo una inversión de 915 millones de euros, lo que supuso el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) vasco, una cifra por debajo de la media europea (4,5%) pero por encima de la española (1,5%).

Un informe de la Federación de Cajas de Ahorro Vasco-Navarras, con datos de 2002 y que se presentó ayer, señala que la distribución del gasto en los servicios sociales entre el ámbito privado y el público no ha sufrido grandes cambios desde 1998. Sin embargo, sí se observa una privatización en el número de entidades del sector, con un incremento del 25% desde 1994. En 2002, según el estudio, el 75% del total de 1.224 agentes o entidades que trabajan en el ámbito social pertenecía al sector privado.

Por territorios, la financiación pública tiene más peso en Álava, donde representa el 80% del gasto total. Le sigue Vizcaya, con un 71,4% de aportación pública, mientras que en Guipúzcoa se reduce al 62,8%.

El informe destaca el fenómeno de la entrada de empresas que buscan el negocio en este sector. Aunque todavía hay más entidades privadas sin ánimo de lucro (722) que las que buscan la rentabilidad económica (188), el informe resalta la aparición en los últimos tiempos de un "importante número de entidades con ánimo de lucro". En el ejercicio en cuestión, el número de centros residenciales (que incluyen desde albergues y centros de acogida hasta residencias de larga estancia) llegaba a 633, con más de 17.100 plazas. Esto supone un ratio de 8,3 plazas residenciales por cada 1.000 habitantes. Álava dispone de una mayor oferta (11), frente a las 8,3 de Guipúzcoa y las 7,5 de Vizcaya.

El estudio de las cajas vasco-navarras apunta además la existencia de casi 11.000 ciudadanos vascos en situación de extrema pobreza, miemtras que más de 110.000 viven afectados por distintas formas de penuria económica. Añade que el perfil de este colectivo coincide con personas solas, familias monoparentales con hijos a su cargo (principalmente mujeres) e inmigrantes.

El texto alerta sobre el envejecimiento, dado que el País Vasco tiene una de las tasas de fecundidad más bajas (1,03 en 2001) y una elevada esperanza de vida: 76 años para los hombres y 83 en el caso de las mujeres. Estos datos condicionarán la prestación futura de los servicios sociales, añade. Este sector proporcionó trabajo directo en 2002 a casi 16.800 personas, de las que el 68% eran mujeres, y agrega que 13.800 trabajaron como voluntarios, de ellos sólo 172 en el sector público.

El estudio destaca, como elementos positivos del sector en Euskadi, la importante presencia de la iniciativa privada, el aumento continuo del gasto social y la existencia de una extensa red de centros. En cambio, apunta como principales deficiencias el "complejo" reparto competencial de los servicios sociales públicos, la elevada dependencia económica de los centros privados sin ánimo de lucro de las ayudas de las administraciones y la "escasa incorporación de criterios de calidad" en la gestión.

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