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Garantías financieras

Llama la atención que haya pasado prácticamente inadvertida entre la opinión pública una noticia de gran trascendencia para el mantenimiento de la salud del sistema financiero español: el juez que instruye la causa del Banco de Valladolid ha declarado nulas todas las actuaciones que obligaban al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) a pagar una indemnización de 1.122,9 millones de euros al ex propietario del banco.

De haber seguido adelante la sentencia inicial habría dejado muy mermada la capacidad del Fondo para atender a los depositantes de las entidades bancarias en caso de crisis. S...

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Llama la atención que haya pasado prácticamente inadvertida entre la opinión pública una noticia de gran trascendencia para el mantenimiento de la salud del sistema financiero español: el juez que instruye la causa del Banco de Valladolid ha declarado nulas todas las actuaciones que obligaban al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) a pagar una indemnización de 1.122,9 millones de euros al ex propietario del banco.

De haber seguido adelante la sentencia inicial habría dejado muy mermada la capacidad del Fondo para atender a los depositantes de las entidades bancarias en caso de crisis. Sus fondos totales, aportados durante años por los bancos, se hubieran podido ver reducidos prácticamente a cero. No así el de cajas de ahorros cuya dotación total no se había puesto en peligro con esta sentencia.

El Fondo de Garantía de Depósitos es un elemento imprescindible para mantener la sanidad del sistema crediticio español

El FGD es un elemento imprescindible para mantener la sanidad del sistema crediticio, y junto con la "supervisión prudencial" del Banco de España, es uno de los pilares sobre los que se asientan las garantías del sistema bancario y el sentimiento de confianza de los depositantes en el mismo, necesario para su estabilidad actual y su supervivencia a más largo plazo.

Actualmente el FGD asegura un límite por depositante y entidad, básicamente en cuentas a la vista y depósitos bancarios no garantizados por deuda del Estado, hasta 20.000 euros.

La importancia de este instrumento pasa inadvertida en sistemas financieros solventes y creíbles como el nuestro donde las crisis bancarias ahora son casi inexistentes. Las últimas, la del Eurobank del Mediterráneo, 11 años después de la de Banesto; nunca de una caja de ahorros. Sin embargo, en países emergentes la existencia de una institución similar a nuestro fondo es una pieza clave para el desarrollo del sistema crediticio. Sin confianza, no existe ahorro en el sistema bancario y, en consecuencia, no existe la posibilidad de conceder inversión crediticia a empresas y empresarios que inviertan en la creación de riqueza.

Esteban Sánchez y Jaime Zurita son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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