Científicos de Reino Unido hacen frente a los activistas defensores de los animales

Medio millar de científicos británicos han volcado su apoyo a la investigación regulada con animales como "parte esencial" para el desarrollo de medicinas y tratamientos. El manifiesto de los expertos, entre los que se incluyen tres premios Nobel, llegó tarde para impedir el abandono de la cría de cobayas en una granja acosada desde hace más de cinco años por la Coalición por los Derechos del Animal, con una enconada protesta contra sus propietarios, la familia Hall, sus empleados, empresas suministradoras, transportistas y los residentes de la zona.

Todos ellos fueron objeto de 460 inc...

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Medio millar de científicos británicos han volcado su apoyo a la investigación regulada con animales como "parte esencial" para el desarrollo de medicinas y tratamientos. El manifiesto de los expertos, entre los que se incluyen tres premios Nobel, llegó tarde para impedir el abandono de la cría de cobayas en una granja acosada desde hace más de cinco años por la Coalición por los Derechos del Animal, con una enconada protesta contra sus propietarios, la familia Hall, sus empleados, empresas suministradoras, transportistas y los residentes de la zona.

Todos ellos fueron objeto de 460 incidentes, incluida la profanación de la tumba y macabro robo de los restos mortales de Gladys Hammond, suegra de Christopher Hill. El anuncio del abandono de la cría de conejillos de Indias, a partir del próximo diciembre, vino acompañada por una expresa petición por el retorno de los restos.

Los activistas cantaron victoria en nombre de la "compasión" y advirtieron de que no relajarán la guardia. Reclaman el control de los 600 cobayas que crecen hoy en la granja Darley Oaks. Quieren impedir su traslado a la sede de laboratorios que experimentan con animales, entre Huntingdon Life Sciences (HLS), objeto de amenazas desde noviembre de 1999.

Los políticos también hablan de victoria, pero de la "victoria de la intimidación". Bajo diferentes nombres de guerra, pero con métodos similares a la campaña de acoso contra Darley Oaks, el movimiento en defensa del animal ha logrado suspender la fundación de un centro de investigación de primates en Cambridge.

La industria biomédica

Ganada la partida, los activistas marcharon a Oxford, donde la universidad intenta construir otro centro de investigación animal. Los planes siguen, en principio, adelante pese a la retirada de la empresa constructora original y la intimidación de que están siendo objeto donantes privados y empresariales de la institución académica. Así es la táctica de los sucesores del Frente de Liberación Animal: de un objetivo al siguiente; del centro de operaciones a todas sus ramificaciones familiares, sociales, financieras, empresariales.

El Gobierno ha reforzado la legislación para proteger la industria biomédica. El pasado 1 de julio, entró en vigor una serie de enmiendas para penalizar con prisión la intimidación y acoso de individuales, las amenazas enfocadas a causar pérdidas o daños contra la propiedad de organizaciones asociadas con la investigación animal. Por primera vez en quince años, la comunidad científica también se ha volcado. Medio millar de profesores e investigadores han firmado una declaración por la que se comprometen a actuar bajo los estrictos principios que controlan la experimentación en el Reino Unido. "Los investigadores deben obtener los beneficios médicos y científicos de la investigación animal con un sufrimiento y aflicción mínimos y volcar todo el esfuerzo en asegurar el bienestar del animal", señala el comunicado.

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