Entrevista:JOSEP MARIA LLUÍS-FONT | Profesor de Psicología de la Personalidad de la Universidad de Barcelona

"Podemos predecir la vulnerabilidad a los trastornos de personalidad y prevenirlos"

Es posible predecir si una persona va a padecer anorexia nerviosa? ¿Si puede llegar a ser maltratadora? ¿Se puede saber si alguien tiene propensión a delinquir? Éstas y otras preguntas sobre la mente y la personalidad de los seres humanos se pueden explicar ahora con más precisión, según Josep Maria Lluís-Font, gracias a una teoría que ha elaborado a lo largo de dos décadas y que acaba de presentar en un libro: Mente y personalidad (Biblioteca Nueva, Madrid 2004). Doctor en psicología y profesor titular de Psicología de la Personalidad de la Universidad de Barcelona, este especialista p...

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Es posible predecir si una persona va a padecer anorexia nerviosa? ¿Si puede llegar a ser maltratadora? ¿Se puede saber si alguien tiene propensión a delinquir? Éstas y otras preguntas sobre la mente y la personalidad de los seres humanos se pueden explicar ahora con más precisión, según Josep Maria Lluís-Font, gracias a una teoría que ha elaborado a lo largo de dos décadas y que acaba de presentar en un libro: Mente y personalidad (Biblioteca Nueva, Madrid 2004). Doctor en psicología y profesor titular de Psicología de la Personalidad de la Universidad de Barcelona, este especialista pretende enfocar de manera más amplia y global la investigación de la psicología de la personalidad incluyendo los aspectos cognitivos y los afectivos, más íntimamente relacionados con la personalidad.

"Hoy se empiezan a conocer los determinantes genéticos y ambientales de la personalidad normal y de la propensión a ciertas patologías"

Esta teoría, que el autor ha llamado teoría de la red de sistemas, es muy amplia y compleja, y abarca todos los ámbitos relevantes del psiquismo humano. De ella también se derivan importantes aplicaciones en psicología de la salud y clínica.

La teoría describe 65 rasgos de la personalidad que integran cinco dimensiones: tres temperamentales, que nos asemejan a los animales, y dos específicamente humanas, que nos permiten -a diferencia de los animales- ser dueños de nosotros mismos, de nuestra conducta. Estos rasgos son, según Lluís-Font, la clave de la personalidad de los humanos, y que es susceptible de ser evaluada con técnicas psicológicas.

"La teoría permite evaluar la personalidad de una forma nueva, y esto ayuda a predecir los comportamientos de las personas con bastante exactitud. Aplicado a la salud, significa predecir la vulnerabilidad de las personas a los trastornos de personalidad y, en consecuencia, prevenir", aclara Lluís-Font. Y lo ejemplifica con la anorexia nerviosa. "Aplicando una serie de técnicas derivadas de la teoría, podemos saber qué niñas son más propensas a sufrir este trastorno". Otro ejemplo práctico se puede encontrar a la hora de predecir comportamientos antisociales, es decir, "se puede saber qué tipo de comportamiento tendrá tendencia a desarrollar una persona y su grado de patología". Pero para hacer predicciones como éstas es necesario progresar en el conocimiento de la personalidad humana.

La personalidad está formada por una serie de rasgos, que se organizan de una manera determinada y que actúan de forma diferente en cada uno de nosotros, de ahí que habitualmente se diga que cada persona tiene su propia personalidad. Pero, ¿de qué depende tener una u otra organización de los rasgos y, en consecuencia, una personalidad u otra? "Por un lado, de los genes, pero también del ambiente y de las interacciones sociales", responde. "Hoy se empiezan a conocer los determinantes genéticos y ambientales de la personalidad normal y de la propensión a ciertas patologías".

"Los grandes problemas de la personalidad en salud", aclara Lluís-Font, "son básicamente de dos tipos: neuróticos y de conducta. Los primeros derivan de la ansiedad y el sufrimiento y son los que nos hacen acudir al psiquiatra o al psicólogo. Es el caso de la depresión, las fobias, la anorexia, los trastornos obsesivo-compulsivos, etcétera. Los segundos -también denominados antisociales- en el peor de los casos pueden llevar a la delincuencia, y en consecuencia a la cárcel, por transgredir las normas. Es el caso del robo, el maltrato, el consumo de sustancias tóxicas, los delitos contra la libertad sexual y otros". Y añade: "Hemos hecho dos estudios de cierta envergadura sobre la violencia con técnicas a partir de esta teoría, uno con internos de un centro penitenciario y otro con adolescentes delincuentes, con resultados muy satisfactorios porque el grado de predicción es mayor que con técnicas derivadas de otras teorías y hay una asociación más importante entre los perfiles de personalidad encontrados y los resultados de conducta delictivos".

Estas técnicas de evaluación también son útiles en los trastornos neuróticos. "En las escuelas, podemos identificar factores de riesgo muy importantes relacionados con diferentes trastornos. Por ejemplo, podemos identificar a una niña anoréxica antes de desarrollar el trastorno gracias a unos indicadores de riesgo de esta patología. Aparte de parámetros que se pueden apreciar de manera directa, como la estatura, el peso o la apariencia física, hay unos rasgos psicológicos que se encuentran normalmente en las jóvenes anoréxicas o con predisposición: un elevado grado de ansiedad, de responsabilidad y de esfuerzo. Esto puede desencadenar un estrés que facilite la aparición del trastorno".

En el caso de la violencia, "la predisposición también se puede detectar. Antes de que se pueda decir de alguien que es un psicópata, hay una serie de indicios conductuales que pueden ser evaluados. Si se aplican pautas educativas erróneas, por ejemplo, la conducta puede ser cada vez más patológica, pero con apoyo emocional y racional se pueden desarrollar recursos que minimicen la patología".

Josep Maria Lluís-Font, en una calle de Barcelona.JOAN SÁNCHEZ

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