Valencia impulsa la compra de suelo en Marruecos para sus empresas

La comunidad firma un pacto con el país magrebí para adquirir 100.000 metros cuadrados

La Generalitat valenciana tiene previsto adquirir alrededor de 100.000 metros cuadrados de suelo industrial en Marruecos con el fin de crear un polígono en el que se implantarán empresas de capital valenciano. Tánger o Rabat podrían ser los lugares escogidos por el Gobierno que preside Francisco Camps para impulsar lo que se denomina multilocalización, a través de un acuerdo que la Administración valenciana firmará con el Gobierno marroquí el próximo mes de septiembre. Al menos tres empresas han mostrado ya interés en acudir a Marruecos.

La consejera del ministro de Industria, Comercio ...

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La Generalitat valenciana tiene previsto adquirir alrededor de 100.000 metros cuadrados de suelo industrial en Marruecos con el fin de crear un polígono en el que se implantarán empresas de capital valenciano. Tánger o Rabat podrían ser los lugares escogidos por el Gobierno que preside Francisco Camps para impulsar lo que se denomina multilocalización, a través de un acuerdo que la Administración valenciana firmará con el Gobierno marroquí el próximo mes de septiembre. Al menos tres empresas han mostrado ya interés en acudir a Marruecos.

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La consejera del ministro de Industria, Comercio y Modernización de la Economía de Marruecos, Houda Benghazi, visitó la semana pasada Alicante, Valencia y Castellón, donde ha mantenido reuniones de trabajo con las tres asociaciones empresariales. Ante los empresarios, la consejera fue clara: Marruecos ofrece mano de obra más barata, de bastante calidad, y la posibilidad de abrir nuevos mercados, sobre todo porque en 2006 entra en vigor el tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo que posibilita exportar sin costes arancelarios.

De momento, Marruecos negocia con la Generalitat valenciana, donde han encontrado una gran receptividad, pero la intención del país magrebí es plantear el mismo o parecido acuerdo en todas las comunidades.

Actualmente ya existen, al menos, tres empresas valencianas del sector del calzado, del agroalimentario y una firma que fabrica envases, con especial interés por acogerse a la iniciativa. El director general de Industria y Comercio de la Generalitat, José Miguel Salavert, insiste en que la idea no es descapitalizar la Comunidad Valenciana, sino crear empresas complementarias.

Del mismo modo, Benghazi sostiene que el Ejecutivo marroquí no pretende promover la inversión para que cierren las empresas matrices, sino procurar una unión para luchar contra "el monstruo de China". "Ustedes solos no lo pueden hacer", dijo a los empresarios.

Más competitividad

La Confederación de Empresarios de la Comunidad Valenciana (Cierval) no se reconoce como promotora de la iniciativa. El secretario de la patronal, Rafael Montero, asegura: "Nuestra tarea es informar para que los empresarios tengan mayor competitividad y propiciar y potenciar nuestros sectores industriales". Sobre la multilocalización, término que también utiliza la patronal para referirse a la iniciativa, Montero considera: "Cada empresa es muy libre de decidir y nuestra tarea no es dirigirla".

En principio, la Generalitat y el Ministerio de Industria marroquí crearán oficinas mixtas para canalizar la información que precisen los empresarios interesados. Benghazi anunció que, además, agilizarán los trámites burocráticos para la apertura de las industrias. De momento, el Gobierno valenciano no ha determinado si, tras la compra de suelo, lo venderá a los empresarios, se lo alquilará o, incluso, si será la Administración autonómica la que levantará las naves industriales para luego alquilarlas. Tampoco se ha previsto qué tipo de contraprestación exigirá a las empresas valencianas para garantizar que el acuerdo no se convierta en una puerta a la deslocalización. Salavert insinuó que existe la posibilidad de que se exija a estas firmas la reinversión de parte de sus beneficios en la planta madre. Aun así, las contraprestaciones que exija la Generalitat habrán de ser compatibles con la ley de Marruecos y con la reinversión que ésta marque como preceptiva en las plantas donde se fabrique el producto exportable.

El acuerdo tendrá otra línea de actuación: convertir a Maruecos en plataforma logística para la comercialización y, por eso, se está buscando una zona norteña, cercana a España, y con puerto. Cataluña ha realizado una iniciativa similar a este aspecto de proyecto, con el impulso a un centro logístico desde el cual las empresas catalanas puedan exportar sus productos al exterior.

Fuentes de la Consejería de Empresa, Universidad y Ciencia valenciana aseguran que, en principio, la medida se dirige a los sectores con la mirada puesta en Estados Unidos: el textil, el del mueble y el cerámico. Aun así, la iniciativa puede ampliarse al sector agrícola, aunque en este caso sería necesario que Marruecos permitiera vender suelo agrícola a extranjeros, ahora prohibido.

Fábrica de calzado en Elche, una de las actividades más afectadas por la competencia asiática.OLIVARES NAVARRO

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