Confebask marcada por la división política elige nuevo presidente

Vázquez Eguskiza acude a la reunión tras criticar el funcionamiento de la propia patronal

La patronal vasca Confebask elige mañana, un mes más tarde de lo planificado, al sucesor de Román Knörr en la presidencia. El guipuzcoano Miguel Lazpiur, hasta ahora vicepresidente de Adegi, heredará un cargo cuestionado dentro y fuera de la organización por la política. La declaración patronal contraria al plan Ibarretxe en octubre de 2002 marcó un antes y un después. El nacionalismo jamás perdonó la deslealtad empresarial e inició una senda de presiones donde ha jugado un papel esencial el presidente de la patronal vizcaína, Cebek, José María Vázquez Eguskiza.

El nueve de octub...

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La patronal vasca Confebask elige mañana, un mes más tarde de lo planificado, al sucesor de Román Knörr en la presidencia. El guipuzcoano Miguel Lazpiur, hasta ahora vicepresidente de Adegi, heredará un cargo cuestionado dentro y fuera de la organización por la política. La declaración patronal contraria al plan Ibarretxe en octubre de 2002 marcó un antes y un después. El nacionalismo jamás perdonó la deslealtad empresarial e inició una senda de presiones donde ha jugado un papel esencial el presidente de la patronal vizcaína, Cebek, José María Vázquez Eguskiza.

El nueve de octubre de 2002, a penas unos meses después de la elección de Knörr para su segundo mandato, la patronal descalificó el plan Ibarretxe en la puerta de Ajuria Enea, tras haberse entrevistado con el propio lehendakari, Juan José Ibarretxe. Knörr leyó un texto que había sido pactado por las tres organizaciones territoriales (la alavesa SEA, la guipuzcoana Adegi y la vizcaína Cebek), pero su mera lectura estuvo a punto de romper las patronales. Desde entonces se adoptó una postrura de silencio político cuya esporádica ruptura provocaba ampollas.

El Partido Nacionalista Vasco inició una campaña de presión pública y privada por lo que consideró una gran deslealtad. El único documento o declaración pactada por las patronales fue aquella de octubre por mucho que los nacionalistas iniciaran una recogida de firmas de apoyo, impulsada por el entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y abrieran una encuesta empresarial. El propio Arzalluz descalificó en público al Knörr y la sombra de aquella crisis aún se mantiene abierta.

Dificultad de candidato

Lazpiur, un hombre del PNV, pero sin perfil político empresarial, saldrá elegido a propuesta de Adegi, a quien correspondía proponer un candidato por el turno no escrito que siguen las patronales. Los empresarios guipuzcoanos tuvieron dificultades para elegir al candidato, un hombre muy metido en el día a día de su negocio, según sus compañeros. Lazpiaur quiere romper otra regla no escrita de la patronal y sólo quiere ocupar durante un mandato, tres años, el cargo. Rechaza en principio un segundo periodo.

La elección del nuevo presidente se cuestionó desde Álava y Vizcaya. Se criticaron las formas y se aseguró que se habían enterado del nombramiento por la prensa; un planteamiento falso porque la propia Confebask lo había comunicado. No están muy claros los motivos de la postura alavesa, pero sí los de Vizcaya.

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Cebek, controlada por Vázquez Eguskiza, es la patronal más grande y en la que el PNV juega mejor sus bazas. Aunque podría parecer que Adegi, al ser de mayoría nacionalista, como la propia sociedad guipuzcoana, debería jugar un mayor papel político, en las organizaciones empresariales se les considera más "profesionales". Además, en octubre de 2002 es la organización que estuvo más cerca de la escisión y, por tanto, juega más al equilibrio.

El presidente de Vizcaya, sin embargo, no ha ocultado sus cartas. Muchos empresarios se refieren a él como "el candidato" porque se ha mostrado dispuesto a ser consejero de Industria con Ibarretxe y porque no ocultó sus aspiraciones a la presidencia de Confebask al observar los problemas guipuzcoanos para hacerse con un candidato. Eguskiza, según fuentes empresariales, se ha convertido en el hombre en la patronal del aparato del PNV.

Su último cartucho ha sido hace once días cuestionar el excesivo protagonismo de la propia Confebask que, a su entender, cuestiona los principios fundacionales. Fuentes de las patronales confiesan en privado las presiones políticas de los últimos tres años y temen que el panorama político se presente similar en esta legislatura. En cualquier caso, aseguran que todas las decisiones de la patronal vienen avaladas por las territoriales que no se toman decisiones sin su conocimiento. Hace a penas tres años se marcaron los límites de su actuación en un fin de semana de reflexión estratégica, al que acudieron todos los dirigentes patronales vascos. No hubo cambios ni sorpresas.

Confebask, que agrupa a más de 13.000 empresas privadas y es miembro de pleno derecho de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) desde 1988, se ha erigido en las dos últimas décadas en el "único interlocutor ante la Administración, las organizaciones sindicales y profesionales y la opinión pública de Euskadi".

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