Carlos Fabra protagoniza el pleno de Castellón pese a su ausencia

EU realiza una protesta y Subías propone unas normas éticas

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se convirtió ayer en el protagonista principal del pleno celebrado en el Ayuntamiento de la capital de La Plana pese a su ausencia, ya que. una vez más, no ocupó su asiento de concejal. Esquerra Unida protestó porque lo considera "deslegitimado" como concejal y los socialistaspropuesieron un decálogo de buen goberino para evitar escándalos como el de Fabra.

Antes de que empezara el pleno, una representación del colectivo local de Esquerra Unida trató de acceder al salón de plenos para "ocupar el asiento de Fabra" ante su conside...

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El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se convirtió ayer en el protagonista principal del pleno celebrado en el Ayuntamiento de la capital de La Plana pese a su ausencia, ya que. una vez más, no ocupó su asiento de concejal. Esquerra Unida protestó porque lo considera "deslegitimado" como concejal y los socialistaspropuesieron un decálogo de buen goberino para evitar escándalos como el de Fabra.

Antes de que empezara el pleno, una representación del colectivo local de Esquerra Unida trató de acceder al salón de plenos para "ocupar el asiento de Fabra" ante su consideración de que "está lesgitimado para continuar como concejal de Castellón y reivindicar, de esta manera, la desaparición de la barrera del 5% para obtener representación institucional". Sin embargo, un policía uniformado y varios de paisano, acompañados de un funcionario municipal impidieron el acceso de los cuatro miembros de EU a la estancia. Sólo dos minutos antes de que comenzara la sesión, los cuatro pudieron entrar en el salón con la intención de depositar un cartel en el asiento que, cuando acude a los debates, ocupa Carlos Fabra. Para entonces, este lugar estaba ocupado por un compañero de corporación de Fabra, Joaquín Torres, y uno de los miembros de EU, Carmelo García, dejó el "manifiesto" junto a él. El escrito apenas estuvo una décima de segundo en el banco del equipo de gobierno. En él, Esquerra Unida ironizaba parafraseando un anuncio publicitario "Atentar contra la salud pública: 200.000 euros; Artemis 2000: 500.000 euros; Defraudar a Hacienda: 1.000.000 euros; Corrupción política: 1.200.00 euros: Que deje la política Carlos Fabra.... No tiene precio". Una vez iniciado el pleno, los representantes de EU decidieron desplegar una gran pancarta en la que se podía leer "Adéu, Carlos Fabra, adéu".

La asistencia de Fabra a los plenos municipales, pese a su condición de concejal, suele ser bastante efímera. Durante los 18 primeros meses de mandato, sólo acudió a tres sesiones, además de la de investidura. En ninguna de las tres ocasiones permaneció hasta el fin del debate. Desde enero, la asistencia de Fabra se ha incrementado, ya que ha acudido a siete de las diez convocatorias. Dos de ellas tuvieron que ver con uno de sus rivales y compañero de partido, el ex alcalde de Castellón, José Luis Gimeno, ya que fueron las sesiones en las que presentó su renuncia y se eligió a Alberto Fabra como nuevo alcalde. Aquellos plenos apenas duraron unos minutos y Fabra sí permaneció hasta levantarse la sesión. Sin embargo, en los otros cinco casos en los que participó, no vio finalizar las sesiones. Su ausencia más destacada, durante la que el grupo municipal socialista quiso dejar patente su protesta, fue el pleno del debate sobre el estado de la ciudad, una sesión extraordinaria que se celebraba por primera vez.

El pleno del Ayuntamiento aprobó ayer un dictamen para la creación de una comisión que elabore el código del buen gobierno del consistorio municipal. La decisión surgió de una propuesta presentada por el portavoz del grupo municipal socialista, Ignacio Subías, quien anunció la presentación de un decálogo el mismo día en el que se celebraba el debate sobre el estado de la ciudad, con la ausencia de Fabra y con claras alusiones a la causa por la que el presidente provincial del PP de Castellón está siendo investigado ante la posible comisión de uno o varios delitos contra la administración pública y por un presunto delito fiscal. El PP no aceptó el código presentado por Subías pero, en la junta de portavoces, aceptó pactar un texto para poder aprobarlo por unanimidad. El dictamen aprobado ayer indica que "entendiendo que redunda en beneficio de la imagen que los ciudadanos perciben de los gestores del gobierno", se creará la comisión que elabore el código del buen gobierno.

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