Reportaje:

"La victoria es posible"

Fuentes de la delegación española se muestran optimistas tras sondear a miembros del COI

Una ciudad que sabe perfectamente de tratos y mercados asistió ayer a la ofensiva de todas las delegaciones en busca de los votos que decidirán la sede de los Juegos de 2012. A Singapur no le sorprende la frenética actividad de los delegados de las cinco ciudades candidatas, ni las persuasivas artes de los hombres influyentes que acompañan a cada delegación, ni la tensión que asoma en el rostro de algunos dirigentes que han perdido la noción del sueño. La orden es obtener votos. No importa que más del 80% de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) tenga decidido su voto. Todavía h...

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Una ciudad que sabe perfectamente de tratos y mercados asistió ayer a la ofensiva de todas las delegaciones en busca de los votos que decidirán la sede de los Juegos de 2012. A Singapur no le sorprende la frenética actividad de los delegados de las cinco ciudades candidatas, ni las persuasivas artes de los hombres influyentes que acompañan a cada delegación, ni la tensión que asoma en el rostro de algunos dirigentes que han perdido la noción del sueño. La orden es obtener votos. No importa que más del 80% de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) tenga decidido su voto. Todavía hay tiempo de arañar uno o dos votos más. Uno puede resultar decisivo para ganar. Todos los expertos coinciden en que la distancia es mínima entre las favoritas. ¿Cuáles son? Fuera de los vestíbulos del Raffles Convention parece que es una lucha entre dos: París y Londres, que ha sacado toda su artillería mediática para proclamar que hay nervios en la oficina de la capital francesa. Dentro del aparatoso complejo hotelero donde el miércoles se celebrarán las votaciones, la candidatura de Madrid adquiere una potencia superior a la que se refleja en medios anglosajones. "La victoria es posible", dicen fuentes que han sondeado a los miembros del COI. "Será difícil, pero es posible. Ninguna ciudad se siente segura ahora mismo. Tampoco París y Londres", señalan estas mismas fuentes.

En Singapur vuelve a asomar la rivalidad anglo-francesa, con Madrid de tapada
Blair se ha tomado el asunto como algo personal y se esfuerza en persuadir a todos
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En los corrillos se mantiene a París como favorita, pero su posición parece algo más débil. La ofensiva de Londres, la silenciosa captación española de votos y el emergente papel de Nueva York colocan a la capital francesa en una situación menos estable de lo que se suponía. En el ambiente se asumen cada vez más los pronósticos de Jacques Rogge: "Habrá una diferencia de entre uno y cinco votos, no más". Será, por lo tanto, una votación extremadamente reñida con una particularidad: hasta hace escasas horas se daba por hecho que París sería un seguro finalista. Ahora surgen algunas dudas. Tony Blair se ha tomado el asunto como algo personal y dedica en Singapur todos los esfuerzos para persuadir a los delegados del COI de las excelencias de la candidatura de Londres, quizá la que mejor se ha movido en el terreno de la propaganda a través de las grandes agencias de comunicación. Londres maneja un proyecto esencialmente virtual, en el que la inmensa mayoría de las instalaciones están en la cabeza de los arquitectos. Este debilidad debería pesar gravemente sobre sus posibilidades, pero el asunto pasa inadvertido en medio de la optimista oleada informativa británica.

Tony Blair llegó ayer a primera hora de la mañana. Se hospedó en el nuevo complejo de la cadena Raffles, al lado del primoroso hotel colonial en el que se aloja la reina Sofia, cuyo papel se antoja crucial en las posibilidades españolas. Junto a ella, Juan Antonio Samaranch, ex presidente del COI, ferviente partidario de la candidatura de Madrid y actor principal de la estrategia diplomática española, mantiene una actividad frenética. Aunque suele recordar que el poder ya no le corresponde, Samaranch ha sido el arquitecto de la manera contemporánea de entender los Juegos Olímpicos. Se debe a Samaranch que en Singapur se asista a una carrera protagonizada por cinco de las principales metrópolis del planeta: Nueva York, París, Londres, Moscú y Madrid. Nunca la designación de una sede había movido tantos resortes políticos, económicos y deportivos. En realidad, es el triunfo de la política que emprendió Samaranch cuando alcanzó la presidencia del COI en 1981. Heredó un producto de prestigio, pero en estado ruinoso -a los Juegos de 1984 sólo se presentó la candidatura de Los Ángeles, con un proyecto esencialmente privado- y lo transformó en una grandiosa manifestación que trasciende al deporte.

En el microcosmos del Raffles Convention, todo son prisas. Blair se cruza con Samaranch, Alberto Ruiz-Gallardón llega entre una nube de fotógrafos, Sebastian Coe utiliza su imponente palmarés como atleta para ganarse el apoyo de los deportistas que forman parte del COI y Muhammad Ali está a punto de aparecer en cualquier instante para recaudar para Nueva York los votos que merece su leyenda. Puede que sean votos africanos y eso haría daño a París. Pero nadie lo sabe con certeza.

De los delegados del COI no sale una palabra. Viven abrumados y adulados. Hoy han sido invitados por Tony Blair a una cena. El primer ministro británico quiere sacar ventaja al presidente francés Jacques Chirac, que llegará un día antes de la votación. En Singapur vuelve a asomar la vieja rivalidad anglofrancesa, de la que pretende sacar partido la candidatura española. Detrás de París y Londres, con el papel de tapado, está Madrid. Los analistas aseguran que es una buena posición. Los expertos dicen que "la victoria es posible".

La sala en la que se reunirán los miembros del COI que elegirán el próximo miércoles la sede de los Juegos de 2012.EFE

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