La nuclear de Cofrentes seguirá parada hasta garantizar la seguridad

La Generalitat asume el control de las instalaciones radioactivas

La central de Cofrentes sigue paralizada tras detectar pequeñas fugas en los tubos que inyectan agua a presión en las barras de control del reactor. La nuclear no arrancará hasta que se asegure un funcionamiento con "plenas garantías", dijo ayer la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, María Teresa Estevan, que firmó un nuevo convenio con la Generalitat con el que se traspasa el control sobre pequeñas instalaciones.

El convenio firmado ayer su pone una ampliación del acuerdo alcanzado en 1986 y que equipara a la Comunidad Valenciana al País Vasco y Cataluña. La Generalitat, con e...

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La central de Cofrentes sigue paralizada tras detectar pequeñas fugas en los tubos que inyectan agua a presión en las barras de control del reactor. La nuclear no arrancará hasta que se asegure un funcionamiento con "plenas garantías", dijo ayer la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, María Teresa Estevan, que firmó un nuevo convenio con la Generalitat con el que se traspasa el control sobre pequeñas instalaciones.

El convenio firmado ayer su pone una ampliación del acuerdo alcanzado en 1986 y que equipara a la Comunidad Valenciana al País Vasco y Cataluña. La Generalitat, con este convenio, se encargará de la inspección, control, vigilancia y propuestas de sanción de las empresas que incumplan la normativa vigente. En total serán 2.500 instalaciones con material radioactivo -fundamentalmente en hospitales, consultas médicas e industrias- cuyo correcto funcionamiento será supervisado totalmente por la Generalitat.

La firma del convenio entre Camps y Estevan en el Palau de la Generalitat se produjo ayer justo en el momento en el que arrecian las críticas del Congreso de los Diputados por su negligente actuación en el incidente registrado en la central nuclear de Vandellós II.

La presidenta del CSN no ocultó su irritación por las críticas del Congreso, aunque reconoció su responsabilidad en la lentitud del consejo de seguridad nuclear para afrontar las incidencias de Vandellós. Estevan reconoció también que la central nuclear de Cofrentes continúa parada, a la espera de que el CSN evalúe los informes sobre la avería en el sistema hidráulico de las 145 barras metálicas que controlan la reacción en la vasija, con uranio del reactor.

Estevan recordó que la central de Cofrentes ha estado parada para una recarga de combustible y todavía no ha arrancado "porque han aparecido unos tubos con un ligero goteo". "Queremos ver de dónde proceden estas pequeñísimas fugas", dijo la presidenta del CSN, que recalcó que cuando las centrales nucleares funcionan "lo hacen con plena garantía".

Los técnicos de la central detectaron la semana pasada goteos en ocho de los 290 tubos que inyectan agua a presión en las barras de control. La central terminó el proceso de recarga de combustible el lunes y afirma que es posible poner las instalaciones en marcha "monitorizando y vigilando estos goteos" para asegurar que "no van a más".

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Sin embargo, fuentes del Consejo indicaron ayer que se han pedido a Cofrentes más garantías e información para certificar que puede reparar la avería mientras está en funcionamiento sin merma para la seguridad. Para ello, el CSN programó para la tarde de ayer una videoconferencia con la empresa General Electrics, que fabricó los tubos que sufren goteos, con el fin de analizar el problema y decidir posibles pruebas adicionales a Cofrentes que garanticen que la avería "no altera las condiciones de seguridad" de la planta y los trabajadores. El defecto en los tubos, que se traduce en poros por los que pierden el agua, no es un problema "habitual", apunta el CSN, que no recuerda que se haya producido en otro caso similar en una planta española.

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