Bruselas cierra durante tres meses el caladero cantábrico de la anchoa

Los pescadores españoles consideran "insuficiente" la parada

La Comisión Europea decretó ayer el cierre del caladero cantábrico de anchoa durante tres meses desde el 1 de julio. En contra de la primera idea de cerrar el caladero medio año, Bruselas ha optado al final por este camino intermedio, si bien prevé una reunión con científicos españoles y franceses a mediados de julio para evaluar la situación, ahora dramática, de esta especie en el golfo de Vizcaya, esquilmada por la sobrepesca durante años.

"Siguiendo una recomendación del Consejo Internacional para la Exploración de los Mares [ICES en sus siglas inglesas] de que, dada la pobre situaci...

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La Comisión Europea decretó ayer el cierre del caladero cantábrico de anchoa durante tres meses desde el 1 de julio. En contra de la primera idea de cerrar el caladero medio año, Bruselas ha optado al final por este camino intermedio, si bien prevé una reunión con científicos españoles y franceses a mediados de julio para evaluar la situación, ahora dramática, de esta especie en el golfo de Vizcaya, esquilmada por la sobrepesca durante años.

"Siguiendo una recomendación del Consejo Internacional para la Exploración de los Mares [ICES en sus siglas inglesas] de que, dada la pobre situación del stock de anchoa en el golfo de Vizcaya y de que la pesca debería cerrar de forma inmediata, la Comisión ha decidido clausurar esta pesquería por un periodo de tres meses", dice el comunicado oficial. La decisión estaba prácticamente anunciada desde el pasado día 10, cuando Bruselas alertó ya de su intención de tomar esta medida por seis meses.

El Gobierno español era partidario del cierre, que ayer consideró sensato y prudente y, de hecho, pidió la clausura en mayo pasado vista la escasez de capturas, que habían caído en picado, y para obtener un paro biológico con derecho a subvenciones para la flota afectada. El Ejecutivo francés anunció que pedirá explicaciones a Bruselas y el presidente del Comité Regional de Pesca de Aquitania (suroeste de Francia), Philippe Fautous, acusó a la Comisión de sacrificar al sector y favorecer a la pesca española.

Fautous recordó que los pescadores españoles recibieron fondos comunitarios por abandonar voluntariamente la pesca de la anchoa, mientras los franceses se verán privados de su captura sin lograr "ninguna ayuda". Como explica la portavoz de Pesca de la Comisión, Mireille Thom, el cierre decretado ayer da derecho a subvenciones provenientes del IFOP (Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca) y de cada país, en forma de ayudas de Estado permitidas por Bruselas.

Enfrentamiento

Este asunto ha enfrentado desde el principio a franceses y españoles. Estos últimos abandonaron la pesca y protestaron por la actitud de los pescadores del país vecino, que siguieron faenando. El primer anuncio sobre la intención del cierre del caladero, el pasado día 10, motivó incluso el bloqueo del puerto de Bayona.

Con más perspectiva, la posición española en este asunto ha sido errática. En diciembre pasado, la propia Comisión propuso una drástica reducción de las cuotas admisibles para la anchoa en el Cantábrico ante los negativos informes científicos, pasando de 33.000 a 5.000 toneladas actuales. España se opuso radicalmente y finalmente la Comisión mantuvo las 33.000 toneladas, que ahora se demuestran excesivas.

La noticia dejó un sabor agridulce entre los pescadores del Cantábrico, informa Maribel Marín. "Valoramos el cierre, pero tres meses nos parecen insuficientes. La anchoa no se regenera de un día para otro", dijo el presidente de la Federación de Cofradías de Guipúzcoa, Jaime Tejedor. "La presión de Francia ha ganado a los consejos científicos", sentenció. Tejedor confió en que se prorrogue la veda, al igual que el Gobierno vasco, que apuntó: "La decisión nos parece bien siempre que primen los criterios científicos al pasteleo político".

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