Reportaje:

Juicio mediático a Michael Jackson

Las grandes cadenas de televisión estadounidenses explotan sin escrúpulos el proceso judicial al famoso cantante

Michael Jackson ha sido declarado inocente de abusar de un menor de 13 años. Pero para la mayoría de la prensa estadounidense, y para el 64% de los ciudadanos, el jurado de Santa María se ha equivocado. El pasado lunes, cuando 30 millones de personas sintonizaron sus televisores para asistir en directo al final del juicio.

Los tres canales generalistas y las cadenas de información por cable se llenaron de programas especiales habitados por seudoanalistas, expertos legales y personajes variados que a falta de un veredicto de condena se dedicaron sin rubor a cuestionar la decisión del jur...

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Michael Jackson ha sido declarado inocente de abusar de un menor de 13 años. Pero para la mayoría de la prensa estadounidense, y para el 64% de los ciudadanos, el jurado de Santa María se ha equivocado. El pasado lunes, cuando 30 millones de personas sintonizaron sus televisores para asistir en directo al final del juicio.

Los tres canales generalistas y las cadenas de información por cable se llenaron de programas especiales habitados por seudoanalistas, expertos legales y personajes variados que a falta de un veredicto de condena se dedicaron sin rubor a cuestionar la decisión del jurado y continuar el proceso paralelo que la prensa sensacionalista le abrió al cantante el día de su arresto, hace ya año y medio.

"La cobertura de las 24 horas posteriores al juicio ha sido embarazosa y excesiva. Uno de los problemas de las cadenas de información continua es que para maximizar la audiencia mezclan la información con la opinión, invitando a supuestos expertos a los que enfrentan entre sí para dar espectáculo. No sería algo malo si quienes hablaran fueran personas inteligentes pero en la mayoría de los casos son simplemente personajes que dan juego dramático, fundamental para subir audiencia pero éticamente peligroso", declaró a este diario Robert J. Thompson, director del Centro de Estudios de Televisión y Cultura Popular de la Syracuse University.

Uno de los ejemplos más claros es el de Nancy Grace, presentadora de un programa diario en CNN Headline news y otro en Court TV. Grace se situó desde el primer día del lado de la acusación y tras el veredicto, dio una embarazosa lección de periodismo durante una entrevista con el presidente del jurado, Paul Rodríguez, acosándole para que admitiera que Jackson era un pedófilo.

"Es particularmente repelente ver a un jurado que ha puesto sus opiniones personales de lado y decidido sólo sobre la base de las evidencias, ser hostigado en nombre de lo que se llama gran televisión. Es preocupante que las cadenas abandonen la ética para favorecer la comercialidad", se quejó respecto a Grace el premio Pulitzer Tim Rutten desde las páginas de Los Angeles Times. Pero incluso su periódico ha explotado el culebrón Jackson y el mismo día en que se publicaban sus palabras, la edición digital sorteaba un iPod (dispositivo electrónico para escuchar música) entre quienes respondieran a una encuesta sobre el veredicto.

No obstante, la cobertura mediática de los cuatro meses del juicio no ha llegado a los niveles de saturación que se vaticinaban. "La prohibición de televisarlo ha disminuido el interés por el caso y además la acusación de pedofilia tiene un componente desagradable. De ahí que la atención se haya centrado en Jackson como personaje y no en la gravedad de lo que se estaba juzgando", afirma Thompson.

Según el Departamento de Justicia estadounidense, una de cada tres niñas y uno de cada siete niños sufren abusos sexuales antes de los 18 años, el 66% de las denuncias por asalto sexual corresponden a menores y el 34% de ellas a niños de menos de 12 años. Con estas cifras, la prensa podría haber abierto un debate nacional sobre el tema pero al igual que ocurrió cuando saltó el escándalo de abusos perpetrados por sacerdotes católicos, se ha corrido un tupido velo sobre los problemas de fondo y se ha preferido abrazar la parte menos espinosa: las excentricidades de un acusado famoso y en declive profesional.

Uno de los temas recurrentes ha sido el de las finanzas de Michael Jackson. El cantante tiene un serio problema de liquidez. Sus propiedades están valoradas entre 400 y 750 millones de dólares (320-600 millones de euros) pero sus ingresos no le bastan para pagar sus deudas. Debe 270 millones de dólares en préstamos, entre cinco y diez millones a sus abogados y 60.000 dólares a su farmacéutico. ¿La solución? Vender su participación en el catálogo discográfico Sony/ATV Music Publishing, que con 251 temas de The Beatles está valorada en 450 millones de dólares. Pero de momento, como todo en la vida de Jackson, el futuro de su economía también es un misterio.

Michael Jackson, el lunes a la salida del juzgado tras ser declarado inocente.AP

Un abogado estratega

En un país fascinado por el componente dramático de los procesos legales, Jackson ha quedado libre, pero su imagen está tan empañada que el verdadero triunfo se lo ha apuntado su abogado, Thomas Mesereau. Su estrategia legal ha hecho historia: convertir a la supuesta víctima y a su madre en los malos de la película y a Jackson en su víctima. Contrató a un detective para que indagara en el pasado de la madre, poniendo al descubierto su lado más oscuro, y llamando al estrado a todo testigo que pudiera ayudarle a construir esa imagen. Uno de los 10 cargos contra Jackson, el de conspiración e intento de secuestro, jugó a su favor. La madre se autodescalificó sola admitiendo fraudes varios y el jurado creyó lo que Mesereau defendía: que todo era un intento de sacarle dinero al cantante.

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