Crítica:

Recetas para la antiglobalización

Para Anita Roddick, la globalización es un sistema secretista de impersonales comités internacionales y de intrigas que afecta negativamente al conjunto de la población mundial, el desarrollo y el medio ambiente y que toma sus decisiones al margen -en contra- de sus intereses. Esta globalización se articula en el neoliberalismo económico y se apoya en tres instituciones internacionales básicas: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio (OMC) para mayor beneficio de las empresas multinacionales. La falta de democracia en la toma de decisiones, la ausencia d...

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Para Anita Roddick, la globalización es un sistema secretista de impersonales comités internacionales y de intrigas que afecta negativamente al conjunto de la población mundial, el desarrollo y el medio ambiente y que toma sus decisiones al margen -en contra- de sus intereses. Esta globalización se articula en el neoliberalismo económico y se apoya en tres instituciones internacionales básicas: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio (OMC) para mayor beneficio de las empresas multinacionales. La falta de democracia en la toma de decisiones, la ausencia de control de estas instituciones que operan como un nuevo gobierno mundial no elegido, la supeditación de las políticas económicas y comerciales de los gobiernos de los Estados a las directrices de la OMC, profundizan la desigualdad entre los países desarrollados y los en vías, y condenan a la miseria a las clases más pobres. Sostiene Roddick que la mitad de las personas y casi dos tercios de los países no tienen control sobre sus propias políticas económicas. Para denunciar esta situación e intentar reconducir el orden internacional, el movimiento antiglobalización mantiene una posición activa desde antes de 1995, cuando entró en vigor la OMC. Este movimiento, que surgió con el fenómeno zapatista y tomó cuerpo en las protestas de Seattle, Génova y Washington, surge de la conexión de pequeños movimientos autónomos pero interconectados a través de Internet que configuran, a través de las nuevas tecnologías, un nuevo método de organización política.

TÓMATELO COMO ALGO PERSONAL

Anita Roddick

Icaria. Intermón Oxfam

Barcelona, 2005

225 páginas. 23 euros

De todo esto y más trata este

atractivo libro de Anita Roddick, propietaria de una compañía mundial dedicada al cuidado del cuerpo, que está dividido en cinco partes: activismo, gente, desarrollo, medio ambiente y dinero, que están desarrolladas por un elevado número de especialistas en cada tema. Figuras tan rigurosas de la antiglobalización como Naomi Klein -No logo-, Vandana Shiva -Cosecha robada- o Susan George -Informe Lugano- clarifican con sus análisis la realidad de la globalización y sus efectos sobre la sociedad y el medio ambiente. A lo largo de las páginas, el lector se entera de la existencia de la Ruckus Society -comunidad de activistas especializada en el uso de la acción directa no violenta que enseña estrategia, teatro político, bloqueo de calles, técnicas de escalada urbana y de árboles-; de la explotación infantil; de las prácticas de la multinacional de la alimentación Monsanto para hacerse con las patentes de variedades de arroz en India, la introducción de semillas genéticamente modificadas o el uso intensivo de plaguicidas que ha eliminado a los polinizadores naturales -abejas y mariposas-, o el análisis de los principios básicos del neoliberalismo: el mercado manda, recorte del gasto público para servicios sociales, desregulación, privatización y eliminación del concepto de bien común. El libro es de fácil lectura, está muy bien editado, acompaña los textos con fotos, resúmenes gráficos, direcciones de contacto en páginas web, y el título es significativo de su contenido, un grito que pretende movilizar a la sociedad frente a una globalización hecha para incrementar los beneficios de unos pocos, los de siempre.

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