ELECCIONES GALLEGAS | La batalla por el voto

Touriño pide a los gallegos que no cedan ante el "miedo" del PP porque Galicia no es Euskadi

Francisco Vázquez asegura que está comprometido "hasta las cachas" con el candidato

El PSdeG tiene muy claro que el 19 de junio hay elecciones gallegas, y punto. Pero como el PP asimila todos los días la situación política de esta comunidad con la del País Vasco, por la posibilidad de que el BNG llegue al Gobierno, Emilio Pérez Touriño quiso zanjar ayer esta polémica y pidió a los electores que no se dejen engañar por esa apelación al "voto del miedo", porque Galicia no se parece en nada a Euskadi ni a Cataluña. Además, recordó al PP que estos comicios "no son la revancha" de las generales. "Manuel Fraga sólo ofrece su guerra de sucesión", insistió Touriño.

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El PSdeG tiene muy claro que el 19 de junio hay elecciones gallegas, y punto. Pero como el PP asimila todos los días la situación política de esta comunidad con la del País Vasco, por la posibilidad de que el BNG llegue al Gobierno, Emilio Pérez Touriño quiso zanjar ayer esta polémica y pidió a los electores que no se dejen engañar por esa apelación al "voto del miedo", porque Galicia no se parece en nada a Euskadi ni a Cataluña. Además, recordó al PP que estos comicios "no son la revancha" de las generales. "Manuel Fraga sólo ofrece su guerra de sucesión", insistió Touriño.

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Touriño convocó ayer a 350 personas en Carballo (A Coruña) para tratar de desmontar la realidad que dibuja cada día Manuel Fraga, según la cual, Galicia, sin él, va camino de convertirse en el País Vasco o Cataluña. "Eso no es creíble. Ni siquiera hacen balance de los últimos 16 años. Aquí hay que debatir de sanidad, empleo, educación. Estamos viviendo un partido que se rompe, porque sólo era una coalición de intereses. La garantía que ofrece Fraga es la guerra de sucesión a partir del día 20", insistió Touriño.

El candidato respondió además a la idea de Fraga de que, sin él, se volverá a la época de los curanderos, y que antes de que llegara la gente en el campo "comía caldiño". "Después de Fraga no viene el diluvio, ni antes de él Galicia daba saco. Lo que haremos será quitar las listas de espera. Y cuando llegó, en 1990, lo que había en Galicia, y en toda España, era sanidad y educación gratuitas establecidas por el socialista Felipe González", clamó Touriño entre grandes aplausos de un auditorio que, por su edad, debían recordar bien esa época.

Por las tardes, el candidato responde a Fraga -aunque prometió que no lo haría-, y por las mañanas publicita sus propuestas. Ayer, en A Coruña, con un grupo de jubilados, le tocó el turno a las pensiones. "Un país se basa en la solidaridad de unas generaciones con otras", explicó. Y por eso, después de recordar que ha sido el Gobierno socialista quien más ha subido las pensiones no contributivas -un 15%-, anunció que la Xunta dirigida por él acompañará la subida del Ejecutivo central con un plus autonómico cada año, salvo el de las elecciones, para que no pueda ser interpretado como una medida populista.

Esta vez, el PSdeG, que acaricia ya la Xunta -o eso al menos piensan sus dirigentes y militantes, que demuestran un entusiasmo muy superior al de la campaña de 2001- quiere dar una imagen de unidad. Y a ello contribuyó ayer la entrega de Francisco Vázquez, el alcalde de A Coruña, que siempre ha mantenido una relación distante con Touriño. "Por primera vez podemos cambiar Galicia. Dejaros de hombres providenciales, necesitamos políticos cercanos, como Emilio. Dejadme decirlo a mi modo. Estoy comprometido hasta las cachas" con el candidato, se desgañitó. "Como alcalde os pido que no dejéis pasar esta oportunidad. El destino sólo pasa una vez, ahora los coruñeses podemos lograr que haya una misma ideología en el Ayuntamiento, la Xunta y el Gobierno central", señalaba mirando al público, pero sobre todo a las cámaras y radios locales que reproducirían su mensaje por toda la ciudad.

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Este político heterodoxo, populista, tiene un empuje en A Coruña que puede ser fundamental en el caladero de votos del centro. Vázquez lo sabe, y lejos de otras campañas, como la de 2001, donde se salió del guión con las críticas feroces al nacionalismo, el socio imprescindible, ayer se volcó con Touriño.

Sin embargo, no todo el PSdeG rema en el mismo sentido. Ayer, los periódicos gallegos recogían unas declaraciones del alcalde de Santiago, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, en las que se mostraba contrariado por el anuncio hecho por Touriño el domingo. El candidato aprovechó un mitin con Zapatero en Vigo para prometer que trasladará la Consellería de Pesca a esta ciudad. Ahora, todos los departamentos están en Santiago, la capital. Bugallo se enfadó: "Que yo sepa, eso no está incluido en el programa electoral" del PSdeG, sentenció.

Touriño, con la dirigente del PSdeG Mar Barcon. A la izquierda, el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez.EFE

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