Columna

Los años rojos de Jornet

"Los presos de Mauthausen eran considerados enemigos peligrosísimos del III Reich. De ahí su etiqueta de irrecuperables, sin ninguna posibilidad de liberación. Ningún preso entrado allí debía salir con vida, tal era el designio de las SS. Además de la clasificación mencionada, dada por los altos dignatarios nazis, Mauthausen fue considerado como Vernichtungs Lager (campo de exterminio), en el lenguaje que los SS empleaban entre sí". La clasificación a la que se refiere este párrafo la estableció Reinhard Heydrich, con el visto bueno de Himmler, jefe supremo de las SS. A Mauthausen le co...

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"Los presos de Mauthausen eran considerados enemigos peligrosísimos del III Reich. De ahí su etiqueta de irrecuperables, sin ninguna posibilidad de liberación. Ningún preso entrado allí debía salir con vida, tal era el designio de las SS. Además de la clasificación mencionada, dada por los altos dignatarios nazis, Mauthausen fue considerado como Vernichtungs Lager (campo de exterminio), en el lenguaje que los SS empleaban entre sí". La clasificación a la que se refiere este párrafo la estableció Reinhard Heydrich, con el visto bueno de Himmler, jefe supremo de las SS. A Mauthausen le correspondía la tercera categoría: la más terrible de todas, según nos informa Mariano Constante, otra de las víctimas de aquella barbarie, en su libro Los años rojos. Españoles en los campos nazis, en su primera edición de 1974. En Mauthausen y en el campo filial de Gusen, soportó José Jornet Navarro (Alicante, 1916), con la mayor entereza, tanta infamia, desde diciembre de 1940, hasta mayo de 1945. El sabe, como sus compañeros que sobrevivieron a aquella hecatombe, que te blindabas de esperanza y alientos o abandonabas un mundo destinado al horror, por la chimenea de los crematorios. No había más alternativas: resistencia organizada o humo. Pero antes de ir a parar a Mauthausen, el joven carabinero José Jornet, combatió en el frente de Madrid y en el de Catalunya, para recalar después en el campo francés de Saint Cyprien, y ser atrapado finalmente por la Gestapo, que desde Estrasburgo lo facturó, en un vagón de ganado, a Mauthausen. Para recordar públicamente su sacrificio, su integridad y su lealtad a los ideales por los que lucho y sufrió hasta límites insospechados, la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante propuso y solicitó al alcalde, que el Ayuntamiento en pleno -como ya se ha hecho en Alcoy, con Francisco Aura- reconozca la dignidad y el ejemplo de este alicantino, a la altura que exigen sus principios democráticos y antifascistas. Por fin, el Ayuntamiento ha dicho que sí, y en el pleno del día 14 se pronunciará. Allí estarán, también plenariamente, toda la Comisión Cívica.

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