ELECCIONES GALLEGAS | La batalla por el voto

Touriño promete a los emigrantes pasar de los enchufes a los derechos

El líder socialista fue acogido con entusiasmo en Buenos Aires por 3.000 personas

Emilio Pérez Touriño quiere diferenciarse a toda costa de su rival, Manuel Fraga. También en el tratamiento de la inmigración. Por eso, aunque ayer fue recibido en el aeropuerto de Buenos Aires por gaiteiros, como el presidente de la Xunta, el candidato socialista prometió dar un giro de 180 grados a la política de la emigración: "De los enchufes pasaremos a los derechos", aseguró ante 3.000 entusiastas en una fiesta del PSOE argentino. Como empujón final del viaje, estaba prácticamente cerrado que el presidente argentino, Néstor Kirchner, recibirá hoy al candidato socialista, algo que ...

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Emilio Pérez Touriño quiere diferenciarse a toda costa de su rival, Manuel Fraga. También en el tratamiento de la inmigración. Por eso, aunque ayer fue recibido en el aeropuerto de Buenos Aires por gaiteiros, como el presidente de la Xunta, el candidato socialista prometió dar un giro de 180 grados a la política de la emigración: "De los enchufes pasaremos a los derechos", aseguró ante 3.000 entusiastas en una fiesta del PSOE argentino. Como empujón final del viaje, estaba prácticamente cerrado que el presidente argentino, Néstor Kirchner, recibirá hoy al candidato socialista, algo que no hizo con Fraga.

El público aplaudió a rabiar ante un vídeo en el que Zapatero pide el voto para el PSdeG
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Touriño no llegó a las 10.000 personas que concentró hace 10 días Fraga, un político que lleva 15 años trabajando a conciencia este granero de votos, y viajando sin pausa por estas tierras llenas de hijos, nietos y biznietos de gallegos. Sólo en Buenos Aires hay 90.000 de ellos con derecho a voto. El PSOE no alcanzó las cifras de Fraga, pero tampoco ofrecía la misma receta: comida gratis. Y encima llovía en los bosques de Palermo, un céntrico parque donde se celebró el acto. Los socialistas organizaron un concierto de Xeito Novo, un grupo de música celta local que hizo bailar a todos los ancianos con sus muñeiras. El público recibió sin embargo a Touriño con un entusiasmo incluso mayor del que alcanza en Galicia, y aplaudió a rabiar con la proyección de un vídeo en el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pedía apoyo para el candidato socialista.

El PSOE está echando el resto en la búsqueda del voto emigrante. Hoy, con toda probabilidad, logrará el empujón de imagen definitivo en Argentina al reunirse con el presidente del país, Néstor Kirchner, una cita sorpresa que no logró Fraga, quien tuvo que conformarse con el vicepresidente, Daniel Scioli. Antes, Touriño habrá sido recibido por el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que sí acogió a Fraga. En Uruguay, el candidato ofreció en la madrugada española otro mitin similar al de Buenos Aires.

Además de los golpes de efecto, como el de Kirchner, el PSOE también está haciendo mucho trabajo de campo. La diputada gallega Marisol Soneira, por ejemplo, lleva 15 días aquí tratando de difundir la idea de que los socialistas ahora están en el Gobierno de España y pueden hacer mucho por la emigración. El trabajo, según explican los dirigentes socialistas, ya se ha hecho antes. El Gobierno socialista ha firmado un convenio con Argentina mediante el cual se garantiza la cobertura sanitaria a los españoles residentes en el extranjero mayores de 65 años. Además se han subido un 15% las pensiones no contributivas, que cobran miles de emigrantes. "El PP tuvo 16 años para mejorar la sanidad aquí, en Argentina, y las pensiones. No lo hizo. Con el nuevo Gobierno socialista, los que pueden acogerse a la sanidad han pasado de 4.000 a 25.000", aseguró Touriño.

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La sanidad y las pensiones son los dos asuntos que más interesan a los emigrantes de origen gallego, muchos ya de tercera generación, para los que Galicia no es ni siquiera un recuerdo propio, sino transmitido por los idílicos relatos familiares. Por eso Fraga, en su visita, acusó a Zapatero de no garantizar la sanidad de todos los emigrantes. Y, además de repartir alimentos y medicinas, les prometió que los que deseen retornar a Galicia tendrían "acceso privilegiado al mercado laboral español".

El candidato socialista se niega a entrar en esa batalla de promesas. "Yo no quiero ofrecer duros a peseta, en campaña electoral. No nos vamos a inventar puestos de trabajo ficticios. Galicia está expulsando cada año 8.000 jóvenes. Volvemos a ser un país de emigración. El responsable de eso no tiene credibilidad para ofrecer trabajo a los emigrantes". Por eso el PSOE les ofrece plena integración. "Crearemos el defensor de los emigrantes para garantizar que lleguen todas sus peticiones. Yo seré, como presidente, la voz y la palabra en España de los problemas de los emigrantes españoles, en su mayoría gallegos. En vez de enchufes, daremos derechos. En vez de limosnas, justicia, y en vez de amiguismo, transparencia", insistió el candidato.

Políticos tanto del PP como del PSOE coinciden en que los emigrantes votan siempre al poder. De hecho, en los 80 votaban mayoritariamente al PSOE y cuando el PP llegó al Gobierno cambiaron su voto. Por eso hay carteles de Zapatero repartidos por Buenos Aires, y Touriño no desaprovecha la ocasión para recordar que quiere ligar su destino al del presidente del Gobierno. "Quiero pedir a los emigrantes que hagan posible el cambio en Galicia que ya se ha dado en España el año pasado", reclamó. El PSOE también cuenta con la buena imagen que en Argentina tiene la nueva política de inmigración del Gobierno de Zapatero. En España viven alrededor de 80.000 argentinos, que sufrieron la dureza de las leyes promovidas por el PP.

El candidato socialista sabe que, aunque no es fácil, puede darle la vuelta al voto emigrante y vencer al PP. Ya lo hizo en las elecciones europeas, donde el PSOE ganó por sorpresa al PP por un 51% frente a un 38%. De hecho, los gallegos fuera de España votan en casi todas las elecciones, al menos un 20%-25% de ellos. Lo hicieron incluso en el referéndum europeo, donde arrasó el en estas tierras a 10.000 kilómetros de Europa, algo que sorprendió a todos.

El candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, el sábado en un acto electoral en Vigo.EFE

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