300 vecinos homenajean a Otegi en su pueblo tras su salida de prisión

Unos 300 vecinos de Elgoibar (Guipúzcoa) homenajearon ayer tarde al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, después de su salida de la cárcel en un acto de bienvenida popular a su localidad natal. Tras el tradicional baile del aurresku, Otegi aseguró que "la paz es la democracia, la justicia y el reconocimiento de la nación de Euskal Herria". El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba había dicho horas antes que "paz es que ETA abandone las armas".

Otegi hizo unas breves declaraciones bajo el balcón del Ayuntamiento, sito en la plaza de los Fueros de dicha localidad guipuz...

Unos 300 vecinos de Elgoibar (Guipúzcoa) homenajearon ayer tarde al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, después de su salida de la cárcel en un acto de bienvenida popular a su localidad natal. Tras el tradicional baile del aurresku, Otegi aseguró que "la paz es la democracia, la justicia y el reconocimiento de la nación de Euskal Herria". El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba había dicho horas antes que "paz es que ETA abandone las armas".

Otegi hizo unas breves declaraciones bajo el balcón del Ayuntamiento, sito en la plaza de los Fueros de dicha localidad guipuzcoana, de unos 10.000 habitantes y gobernada por el PNV, y junto a una pancarta en la que se le daba la bienvenida. El portavoz de la formación ilegalizada invitó al PSOE a sumarse a la mesa de diálogo entre los partidos que es una de las dos patas de la propuesta de Anoeta que Batasuna hizo pública en noviembre pasado. La otra es el diálogo entre el Gobierno y ETA.

El dirigente abertzale señaló que en este breve paso por la prisión -41 horas- ha encontrado "más dignidad" que en muchos Parlamentos y aprovechó para volver a denunciar la situación carcelaria.

Acompañaba a Otegi el también dirigente de Batasuna Pernando Barrena, que agradeció las aportaciones económicas que han permitido la excarcelación de Otegi (la mitad de los 400.000 euros de fianza) y reclamó la participación de los presos y los huidos de ETA para que un eventual proceso de paz tenga éxito.

La mayoría de los partidos vascos opinó sobre la situación política y la influencia que el encarcelamiento de Otegi puede tener en un hipotético diálogo entre el Ejecutivo y la banda terrorista.

El presidente del PNV de Vizcaya, Iñigo Urkullu, pidió tanto al líder independentista como al Gobierno del PSOE que aclaren si están manteniendo conversaciones para acabar con la violencia y lograr la normalización política de Euskadi.

Urkullu, que participó en un acto de su partido en Zeberio (Vizcaya) junto al ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa, dijo entender que este tipo de conversaciones han de llevarse de manera discreta, pero reclamó que se aclare a las formaciones políticas "qué pasos se están dando". El dirigente nacionalista consideró positivo que Otegi mantuviese vigente tras salir bajo fianza el viernes de la prisión de Soto del Real (Madrid) la apuesta por el diálogo.

La presidenta de EA, Begoña Errazti, afirmó: "No estamos en un proceso de paz, pero podemos llegar al inicio del mismo", porque se dan aspectos "positivos", tanto por las declaraciones de dirigentes de Batasuna como por la postura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

El portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, también emplazó a Otegi, pero en este caso a que pida a ETA que entierre las armas. Ares reiteró una vez más que se abrirá un proceso de paz "sólo el día que ETA abandone definitivamente la violencia". Mientras la banda siga atentando lo que habrá será una actuación "firme del Gobierno", resumió.

El contrapunto lo puso el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, para quien la actual situación, en la que "ETA-Batasuna ha sacado la cabeza y recuperado un terreno que habían perdido", es fruto de "la postura de debilidad de Zapatero". Barrio lamentó que el PSOE haya abandonado la política antiterrorista del anterior Ejecutivo popular, "la que más daño ha hecho" a los etarras.

Batasuna hizo pública una nota en la que acusa al ministro de Defensa, José Bono, de mantener una actitud de "boicot permanente a la vía del diálogo para conseguir la paz". Bono había dicho que hubiese preferido la libertad condicional a la fianza para Otegi, pues parte de ese dinero podría venir de "extorsiones".