Una tasa aérea para los países pobres

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE alcanzaron ayer en Luxemburgo un principio de acuerdo para imponer, de manera optativa inicialmente, un recargo a los pasajeros de los vuelos que despeguen de los aeropuertos comunitarios. La iniciativa pretende elevar la ayuda de la UE al desarrollo hasta el 0,56% del PIB comunitario (desde el 0,35% actual) antes de 2010. La Comisión Europea calcula que se podrían recaudar unos 6.000 millones de euros al año si la tasa ascendiera a 10 euros en los vuelos intracomunitarios y a 30 en los extracomunitarios.

El vicepresidente del Gobierno, Ped...

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Los ministros de Economía y Finanzas de la UE alcanzaron ayer en Luxemburgo un principio de acuerdo para imponer, de manera optativa inicialmente, un recargo a los pasajeros de los vuelos que despeguen de los aeropuertos comunitarios. La iniciativa pretende elevar la ayuda de la UE al desarrollo hasta el 0,56% del PIB comunitario (desde el 0,35% actual) antes de 2010. La Comisión Europea calcula que se podrían recaudar unos 6.000 millones de euros al año si la tasa ascendiera a 10 euros en los vuelos intracomunitarios y a 30 en los extracomunitarios.

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, dejó claro a sus colegas que España apoya el objetivo de incrementar la ayuda, pero intentará alcanzarlo por vía presupuestaria sin penalizar al sector turístico. Los países con mayores dificultades fiscales, como Francia y Alemania, se decantan, en cambio, por el recargo en los billetes. "La tasa será módica, pero afectará a un número muy importante de pasajeros", auguró el titular francés de Finanzas, Thierry Breton.

La Comisión Europea presentará en los próximos días su propuesta sobre la articulación del nuevo impuesto. "Cinco o seis países han mostrado su voluntad de aplicarlo lo antes posible", señaló Jean-Claude Juncker, primer ministro luxemburgués.

La asociación europea de aerolíneas comerciales (AEA) ha criticado en los últimos meses la propuesta. Los estudios previos realizados por la Comisión reconocen que el recargo puede reducir entre el 5% y el 10% la venta de billetes intracomunitarios, y entre el 8% y el 15% la de extracomunitarios.

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