Los grandes ACS y Sacyr se cuelan por el sur de Castellón
Castellón
EL reparto de suelo se ha realizado de forma distinta en la capital de La Plana que en el resto de la provincia. Ha sido fuera de la capital y, sobre todo, en la parte sur de la provincia donde las grandes empresas foráneas han logrado poner cimientos. Así, mientras que el suelo de Castellón ciudad ha quedado en manos del grupo Lubasa y la Viuda de Gimeno, principalmente, en Burriana el líder es un grupo local GyC, que se ha hecho fuerte también en otros municipios. El recelo por los municipios más turísticos ha copado la atención de los constructores locales que...
Castellón
EL reparto de suelo se ha realizado de forma distinta en la capital de La Plana que en el resto de la provincia. Ha sido fuera de la capital y, sobre todo, en la parte sur de la provincia donde las grandes empresas foráneas han logrado poner cimientos. Así, mientras que el suelo de Castellón ciudad ha quedado en manos del grupo Lubasa y la Viuda de Gimeno, principalmente, en Burriana el líder es un grupo local GyC, que se ha hecho fuerte también en otros municipios. El recelo por los municipios más turísticos ha copado la atención de los constructores locales que han perdido de vista el sur donde, en localidades como Almenara, Moncofa o Xilxes, los ayuntamientos están negociando con firmas como ACS o Sacyr. Al norte de la capital, en Benicàssim, la propiedad del suelo coincide con la de Castellón. Oropesa se ha dejado en manos de Jesús Ger (Marina d'Or), aunque en el límite con Benicàssim, Onofre y Ballester también han adquirido importantes porciones.
En el resto de municipios, las pequeñas empresas comarcales han sido las que más influencia y mayor sintonía han encontrado con los ayuntamientos y con los propietarios de un suelo que, hasta ahora, estaba cortado en muy pequeñas porciones, por lo que su adquisición ha sido complicada y laboriosa.
Con la aprobación de la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística, los constructores locales marcaron en el mapa urbano una media luna en el este de la ciudad, más cercana al mar, plagada de huertos y, aunque mal comunicada con las salidas de la ciudad, con grandes posibilidades. El suelo quedó en manos de un conjunto muy concreto de constructores locales liderado por el Grupo Lubasa y las empresas de la Viuda de Gimeno (Foconsa). Se dio entrada a otros más pequeños como Xiob y Construcciones Ker y el "reparto" quedó tan establecido que, incluso, las siete empresas con mayor influencia crearon una sociedad para acceder a los desarrollos de forma conjunta, que no funcionó.