La falta de lluvias provoca la mayor sequía de los últimos 60 años

Medio Ambiente insiste en que el abastecimiento de agua está asegurado

La falta de precipitaciones en esta primavera se ha sumado a uno de los inviernos más secos de las últimas décadas. El Instituto Nacional de Meteorología ha reconocido en un informe que la Península se encuentra en un periodo de "extrema sequía", no registrado desde 1947. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reconoció ayer que la situación es "muy severa", pero insistió en que el abastecimiento de agua está asegurado.

Tras todo un invierno con precipitaciones muy por debajo de lo normal muchos miraban al cielo pidiendo que esta primavera fuera generosa con las lluvias. Sin ...

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La falta de precipitaciones en esta primavera se ha sumado a uno de los inviernos más secos de las últimas décadas. El Instituto Nacional de Meteorología ha reconocido en un informe que la Península se encuentra en un periodo de "extrema sequía", no registrado desde 1947. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reconoció ayer que la situación es "muy severa", pero insistió en que el abastecimiento de agua está asegurado.

Los embalses están al 59,7% de su capacidad, por debajo de la media de la última década
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Tras todo un invierno con precipitaciones muy por debajo de lo normal muchos miraban al cielo pidiendo que esta primavera fuera generosa con las lluvias. Sin embargo, casi un mes y medio después de que comenzara la estación las precipitaciones han sido tan escasas que los embalses se encuentran al 59,7% de su capacidad, por debajo del 75% que alcanzaban en abril del año pasado pero también por debajo de la media en el último decenio (65,9%).

La causa es un anticiclón de bloqueo, una masa de aire seco y estable que se situó en el Atlántico hace unos meses y que ha impedido el paso de las borrascas procedentes del océano. Este anticiclón facilitó la entrada de masas de aire de origen ártico, que provocaron las sucesivas olas de frío que tiñeron de blanco la Península, pero que no fueron suficientes para llenar los embalses.

El Instituto Nacional de Meteorología (INM) reconoce en un informe que el año hidrológico que comenzó el 1 de septiembre se ha caracterizado por una "extrema sequía", que ha hecho que, hasta primeros de marzo, "el volumen total de agua acumulado sea un 37% menos que el valor medio normal para estas fechas".

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En su opinión, es muy "llamativo" que en esta sequía meteorológica, desde noviembre hasta marzo "todos y cada uno de los meses transcurridos han sido secos o muy secos". Destaca especialmente el mes de enero, uno de los cuatro más secos de los últimos 50 años. Solo llovió el 16% del valor medio.

Diciembre, en cambio, ha sido hasta ahora el mes más lluvioso, aunque sus precipitaciones fueron del 62% de la media.

En general, el periodo comprendido entre noviembre y marzo fue el más seco desde 1947, año en el que se inicia la serie de volúmenes de precipitaciones obtenida por el INM.

La sequía afecta especialmente a amplias zonas del oeste y centro peninsular, en concreto a Extremadura, suroeste de Galicia, oeste de Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, parte de Aragón y Cataluña, donde las precipitaciones "apenas alcanzan el 50% del valor medio normal para estas fechas". Considerando exclusivamente la estación invernal, las lluvias "no llegaron a acumular ni siquiera la cuarta parte del valor normal", destaca Meteorología.

Canarias constituye la única excepción, sobre todo en las islas más occidentales, donde el año está siendo bastante húmedo. También se salvan la escasez de agua algunas zonas "de tamaño reducido" en Almería, Baleares y áreas muy dispersas del norte peninsular, donde las lluvias oscilan en torno al valor medio o lo superan "muy ligeramente".

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ya aseguró en el Congreso el pasado mes de marzo que el abastecimiento de agua está garantizado. Ayer, en declaraciones a Efe, reconoció que la situación es "muy severa", pero volvió a repetir que no habrá problemas de abastecimiento.

Narbona señaló que el ministerio que dirige lleva varios meses planteándose medidas para paliar la situación. "El Gobierno no ha esperado a que los datos fueran los que hoy [por ayer] se han conocido". Se han puesto en marcha obras de emergencia en la cuenca del Segura, Ceuta y Melilla, para reducir las pérdidas de la red, modernizar los regadíos y acelerar la construcción de desaladoras.

El campo, como siempre, es uno de los sectores más afectados por la sequía. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) cifró en más de 700 millones de euros los daños producidos hasta ahora por la escasez de agua. Aunque el Ministerio de Agricultura y las organizaciones agrarias decidieron el jueves poner en marcha una Oficina Permanente de la Sequía, Asaja remitió ayer un documento a Agricultura, con una serie de medidas que "se deberían adoptar de forma inmediata", entre las que destaca el adelanto de los pagos por superficie y las primas ganaderas.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que abarca la Región de Murcia, el sur de Alicante y el sur de Albacete, ha decidido la apertura de las presas de los embalses de cabecera para aportar entre 53 y 58 hectómetros cúbicos de agua desde el próximo martes. El riego finalizará el 31 de mayo, y busca salvar los cultivos de arroz de la Vega Alta, el albaricoque y melocotón en la Alta y la Media, así como el resto de cultivos en la Vega Baja, especialmente los limoneros y los naranjos, informa Tono Calleja.

Para la próxima semana, el Instituto Nacional de Meteorología prevé chubascos débiles en buena parte de la Península.

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