Entrevista:CÁNDIDO MÉNDEZ - Secretario general de UGT | JOSÉ M. FIDALGO - Secretario general de CC OO | EL MARCO LABORAL

"Reducir la temporalidad es una forma de fomentar la competitividad"

"El yacimiento de trabajo más fértil es el de las mujeres"

Los secretarios generales de las dos principales organizaciones sindicales en España saldrán mañana a las calles de Madrid para reivindicar una mejora de la calidad en el empleo. EL PAÍS les ha formulado cuatro preguntas sobre los principales retos del mercado laboral. Éste es el resultado de la conversación mantenida ayer.

Pregunta. En este Primero de Mayo España cuenta ya con un 8,4% de ciudadanos extranjeros, la gran mayoría trabajadores. ¿Qué hacer para integrarlos con derechos en el mercado laboral?

Cándido Méndez. Lo que ya se está haciendo: acometer un proces...

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Los secretarios generales de las dos principales organizaciones sindicales en España saldrán mañana a las calles de Madrid para reivindicar una mejora de la calidad en el empleo. EL PAÍS les ha formulado cuatro preguntas sobre los principales retos del mercado laboral. Éste es el resultado de la conversación mantenida ayer.

Pregunta. En este Primero de Mayo España cuenta ya con un 8,4% de ciudadanos extranjeros, la gran mayoría trabajadores. ¿Qué hacer para integrarlos con derechos en el mercado laboral?

Cándido Méndez. Lo que ya se está haciendo: acometer un proceso de regularización extraordinario vinculándolo a un trabajo efectivo y en condiciones de igualdad. Ya venimos haciendo esfuerzos muy importantes para integrar a los inmigrantes. Pero hay algo que el Gobierno tendría que resolver y es que la Ley de Extranjería vulnera los derechos de libertad sindical que reconoce la OIT [Organización Internacional del Trabajo], lo que supone una discriminación a los extranjeros. También es necesario luchar contra la economía sumergida.

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José María Fidalgo. La inmigración regularizada es un gran beneficio para el país, y la no regularizada, un gran beneficio para gente sin escrúpulos. Es necesario que el Gobierno refuerce el control. La inspección tiene que ser inmisericorde, especialmente tras el proceso de regularización. Hay que fortalecerla para controlar el fraude en los contratos. Pero no basta con la integración laboral. Hay que fortalecer los servicios públicos para responder a las necesidades de los inmigrantes.

P. ¿Cómo evitar que el próximo Primero de Mayo se celebre, como ahora, con casi mil muertos al año por accidente laboral?

C. M. La siniestralidad laboral es un asunto prioritario. Hemos encontrado eco a nuestras iniciativas para reducir los accidentes, tanto en la Administración actual como en la anterior. Pero las cifras no son halagüeñas. Se ha reducido el número de accidentes en relación con 2003, aunque no podemos bajar la guardia. Existe un diferencial muy alto entre el número de accidentes en España y en la UE. Tiene relación con otro factor diferencial, el nivel de precariedad. Precariedad y accidentes son las dos caras de una misma moneda.

J. M. F. Las cifras de siniestralidad y enfermedades profesionales son la mayor lacra social, económica y moral. La mayor injusticia es que gente que va a ganarse la vida pueda ganarse la muerte. Requiere ser absolutamente exigentes. Tenemos una buena legislación, pero no sólo se tienen que hacer buenas leyes, sino responsabilizarse de que se cumplen. Cuando demandamos dotación de medios lo hacemos porque no se pueden aplicar las leyes sin servicios que las vigilen. Aunque los resultados de los últimos años no son malos, son sólo un acicate que demuestra que cuando se machaca mucho se consigue ir clavando el clavo. Reducir la siniestralidad es el objetivo más justificado de cuantos estamos defendiendo los sindicatos.

P. Uno de los principales retos del mercado laboral es hacer más partícipe a la mujer. ¿Se puede lograr con la actual red de protección social (guarderías, ayudas...)?

C. M. No. La actual precariedad en ofertas públicas de guardería o de atención a la dependencia no lo permite. Tenemos fundadas expectativas de que, una vez se promulgue la ley de dependencia, se produzca una remoción de los obstáculos para la igualdad. En España hay un millón de hogares con personas dependientes. Sólo en un 13% de los casos hay alguna ayuda pública. En el resto, la presta un familiar, una mujer, que no puede plantearse un trabajo. Hay que invertir mucho en la ley de dependencia y en guarderías, acometer una mejora radical en las prestaciones familiares... Nosotros también tenemos responsabilidad en la negociación colectiva. Y las empresas tienen mucho que aportar.

J. M. F. Todas las medidas de los gobiernos para lograr la igualdad de trato no sólo responden a igualdad, sino a la solución de problemas económicos. El yacimiento de trabajo más fértil es el de las mujeres. Estamos haciendo, en algunos casos con los empresarios, un barrido de los convenios para evitar discriminaciones. No basta con eso. La Administración tiene que estar convencida. Soy partidario de que donde la mujer esté subrepresentada, en igualdad de condiciones se contrate a una mujer.

P. ¿Cómo pueden los sindicatos contribuir a mejorar la competitividad de la economía española?

C. M. Es un problema complejo que está lastrando su funcionamiento. Reducir la temporalidad es una forma de fomentar la competitividad, así como potenciar la educación. Y luego, abordar sin complejos las consecuencias de los cambios tecnológicos, aun cuando puedan tener impacto en el volumen de empleo. Tenemos un modelo de crecimiento condenado al fracaso. No podemos ser una inmensa residencia de la tercera edad, sino que los sindicatos debemos asumir la responsabilidad de los cambios y sus efectos colaterales.

J. M. F. Lo que intentamos es estirar las viejas ventajas comparativas no agotándolas de golpe a cambio de que se compren las nuevas. Tenemos una estrategia salarial que casi todo el mundo define como moderada. Y creemos que el actual modelo de crecimiento no va a ninguna parte. Nos falta capital tecnológico, mejorar el sistema educativo... Hay que comprar las nuevas ventajas competitivas con políticas económicas y fiscales.

Fidalgo (izquierda) y Méndez, en la presentación del Primero de Mayo.EFE

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