Chalabi regresa al poder, mientras Ayad Alaui se queda fuera

Ahmed Chalabi regresa al Gobierno de Irak como ministro interino de Petróleo y viceprimer ministro. Nació en 1944 en Bagdad en el seno de una familia chií de banqueros y de prominentes dirigentes políticos hasta la llegada al poder, en 1968, del Partido Baaz. Educado en Reino Unido y EE UU, y licenciado en matemáticas, fundó en 1992 el Congreso Nacional Iraquí con el objetivo declarado de derrocar a Sadam Husein.

Chalabi gozó del apoyo financiero y político de Washington, especialmente del Pentágono, y fue miembro del primer Consejo de Gobierno iraquí tutelado por el estadounidense Paul...

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Ahmed Chalabi regresa al Gobierno de Irak como ministro interino de Petróleo y viceprimer ministro. Nació en 1944 en Bagdad en el seno de una familia chií de banqueros y de prominentes dirigentes políticos hasta la llegada al poder, en 1968, del Partido Baaz. Educado en Reino Unido y EE UU, y licenciado en matemáticas, fundó en 1992 el Congreso Nacional Iraquí con el objetivo declarado de derrocar a Sadam Husein.

Chalabi gozó del apoyo financiero y político de Washington, especialmente del Pentágono, y fue miembro del primer Consejo de Gobierno iraquí tutelado por el estadounidense Paul Bremer. En 2004 fue acusado de haber transmitido al régimen de Irán información delicada, perdiendo todo el respaldo de la Casa Blanca.

Aparte de su papel en el alzamiento de los kurdos en los años noventa y en la invasión de Irak en 2003, Chalabi arrastra un escándalo siempre presente en su carrera política. En 1992 fue condenado en rebeldía a 22 años de cárcel en Jordania por la quiebra fraudulenta del Banco Petra. Es decir, no puede visitar este país, vecino de Irak, si no quiere acabar en la cárcel.

En cambio, ha causado cierta sorpresa la exclusión del nuevo Gobierno de la Lista Iraquí, el partido del primer ministro saliente, Ayad Alaui, que cuenta con 40 escaños en la Cámara. Este partido aspiraba a un puesto de viceprimer ministro y a cuatro ministerios. Cuando miembros de la Alianza Unida Iraquí, la primera formación del Parlamento, con 140 escaños, se negaron a aceptar estas exigencias, Alaui decidió permanecer fuera del Ejecutivo, según miembros de su partido.

La seguridad, la lucha contra la corrupción y la reconstrucción de las devastadas infraestructuras del país son los desafíos que afronta el nuevo Gobierno, según señala el nuevo primer ministro. Ibrahim al Yafari subrayó, además, otro reto inminente y de enorme calado, la redacción de la nueva Constitución, cuyo borrador deberá estar concluido el 15 de agosto. No son pocos los parlamentarios que afirman que la demora en la formación del Ejecutivo hace imposible cumplir el plazo.

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