CiU se declara dispuesta a negociar la propuesta pero advierte de que tendrá que ser "al alza"

Los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU) acogieron la existencia de una propuesta del Gobierno tripartito catalán para la reforma de la financiación de la Generalitat como el cumplimiento de una de sus exigencias en el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía. En la sesión de control parlamentario al Gobierno catalán, el líder de CiU, Artur Mas, fijó así su posición: "Ésta es nuestra voluntad: comenzar a negociar a partir de ahora, en el marco del Parlamento, lógicamente". Sin embargo, el dirigente nacionalista advirtió de que el tripartito "tendrá que moverse al alza si quiere que h...

Los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU) acogieron la existencia de una propuesta del Gobierno tripartito catalán para la reforma de la financiación de la Generalitat como el cumplimiento de una de sus exigencias en el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía. En la sesión de control parlamentario al Gobierno catalán, el líder de CiU, Artur Mas, fijó así su posición: "Ésta es nuestra voluntad: comenzar a negociar a partir de ahora, en el marco del Parlamento, lógicamente". Sin embargo, el dirigente nacionalista advirtió de que el tripartito "tendrá que moverse al alza si quiere que haya un acuerdo".

A la espera de un examen detallado de la propuesta de financiación que los especialistas realizaban ayer a toda prisa, la primera reacción de CiU fue constatar "algunos avances" en las posiciones del tripartito, según explicó el portavoz de los nacionalistas en el Parlamento catalán, Felip Puig. Pero tanto Puig como Mas sostuvieron que la negociación en Cataluña debe tener como "referencia" la propuesta de CiU, que pretende implantar un sistema con una cuota, similar al Cupo vasco, aunque añadiéndole otra cuota por solidaridad.

Los dirigentes de CiU pusieron el acento en las diferencias entre su propuesta y la del tripartito. En particular, destacaron su exigencia de que la Agencia Tributaria "sea independiente y propia de Cataluña". Puig aseguró que CiU "no aceptará una agencia consorciada", cuando el tripartito plantea que sea coordinada o consorciada con la estatal.

También rechazaron el plazo de 15 años indicado por el tripartito como periodo para aproximar el rendimiento de la financiación de la Generalitat al proporcionado por el sistema del Concierto en Euskadi y Navarra. "No aceptaremos que, tras esperar 25 años, los ciudadanos catalanes deban esperar entre 15 y 20 años más para equipararse a las regiones que tienen mayor suficiencia fiscal", aseguró enfáticamente Puig.

La diferencia principal, sin embargo, es otra. Los nacionalistas aseguraron ayer que su condición "sine qua non" para alcanzar un acuerdo en esta materia es que se configure como un modelo bilateral, un pacto entre Cataluña y España, caso del Concierto vasco.

El PSOE tendrá que aceptar, dijo Puig, que el modelo de financiación de Cataluña "no se debe pactar con las otras comunidades autónomas", sino que "ha de ser acordado en Cataluña, pactado con el Gobierno del Estado y aprobado por el Congreso". La bilateralidad en la relación de Cataluña con España ha sido una de las principales condiciones puestas por CiU en varios capítulos de la reforma del Estatut y se configura como uno de los principales obstáculos para el acuerdo final en Cataluña.

El propio Artur Mas destacó este aspecto en su debate con el presidente Pasqual Maragall en la sesión de control al Gobierno, en el Parlamento catalán. Mas se declaró "preocupado" por las tomas de posición de socialistas tan destacados como Alfonso Guerra, que se ha mostrado muy crítico con el proceso de reforma que se sigue en Cataluña, y de miembros del Gobierno como el ministro de Economía, Pedro Solbes.

Mas criticó que Solbes mantenga que la financiación de la Generalitat "ha de pactarse previamente en el marco de conjunto de todas las comunidades autónomas". Por esto, el dirigente de CiU preguntó a Maragall si estaba en condiciones de garantizar que el Gobierno central y su presidente "cumplirán su compromiso de asumir la propuesta" que emane de Cataluña.

Esto dio pie a Maragall a agradecer la disposición de CiU a negociar lo que, según dijo, "a nadie se le esconde que es la propuesta más ambiciosa, más formidable, la mejor propuesta que Cataluña haya hecho nunca en materia de financiación autonómica". Pero que, de todas formas, es una propuesta "a negociar".

Y, respecto a los compromisos del presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, Maragall recordó que se refieren a aceptar lo que se proponga desde Cataluña "si se hace de la forma en que hay que hacerlo y, en fin, sin poner ninguna condición".