COYUNTURA AGRARIA ANDALUZA

La Junta autoriza quemas de podas para evitar la plaga del barrenillo

La Junta de Andalucía ha anunciado que dará permisos específicos para la quema de restos de poda del olivar con el fin de evitar la propagación de la plaga del barrenillo, un parásito que se reproduce sobre árboles muy debilitados o ramas cortadas y que aprovecha la abundancia de los restos de poda para criar de forma desmesurada. Las organizaciones agrarias habían pedido medidas extraordinarias y autorizaciones de Medio Ambiente para la quema de esas podas. "Si damos lugar a la eclosión de esa larva los olivos que ahora no están afectados también se verán dañados porque el barrenillo se cebar...

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La Junta de Andalucía ha anunciado que dará permisos específicos para la quema de restos de poda del olivar con el fin de evitar la propagación de la plaga del barrenillo, un parásito que se reproduce sobre árboles muy debilitados o ramas cortadas y que aprovecha la abundancia de los restos de poda para criar de forma desmesurada. Las organizaciones agrarias habían pedido medidas extraordinarias y autorizaciones de Medio Ambiente para la quema de esas podas. "Si damos lugar a la eclosión de esa larva los olivos que ahora no están afectados también se verán dañados porque el barrenillo se cebará con las hojas", advierte Luis Carlos Valero, gerente de Asaja en Jaén, la provincia más afectada por esta plaga, aunque también está extendida por Granada y la comunidad de Castilla-La Mancha.

En municipios de las comarcas jiennenses de la Sierra de Segura, Sierra Sur o de Sierra Mágina los olivareros han acelerado las podas severas para evitar la propagación a los olivos que no están infectados. En los casos más extremos se están arrancando los plantones para posteriormente volver a reponerlos, algo que demoraría una próxima cosecha hasta al menos cinco campañas. También hay quien está cortando todas las ramas y dejando sólo el tallo para que éste vuelva a rebrotar, lo que implica un período de recuperación y obtención de fruto que puede oscilar entre los dos y los tres años.

Para combatir esta plaga los expertos aconsejan retirar las leñas de poda del campo y encerrarlas en leñeras herméticas, antes de que se produzca la salida de la nueva generación del insecto.

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