Una ruta histórica con mirada femenina

Aunque suene paradójico, un hombre, Víctor Heredia, es el encargado de que más de 800 malagueñas hayan aprendido a mirar el patrimonio histórico de su ciudad con una mirada femenina. Por tercer año, Heredia, secretario de la asociación Málaga Monumental, imparte una ruta guiada de tres horas a mujeres de los diez distritos de la capital. En ella, interpreta los elementos arquitectónicos del centro con perspectiva de género, a la vez que explica la historia de malagueñas destacadas, aunque normalmente conocidas sólo por las escasas calles que llevan nombre de mujer, como Trinidad Grund, Victori...

Aunque suene paradójico, un hombre, Víctor Heredia, es el encargado de que más de 800 malagueñas hayan aprendido a mirar el patrimonio histórico de su ciudad con una mirada femenina. Por tercer año, Heredia, secretario de la asociación Málaga Monumental, imparte una ruta guiada de tres horas a mujeres de los diez distritos de la capital. En ella, interpreta los elementos arquitectónicos del centro con perspectiva de género, a la vez que explica la historia de malagueñas destacadas, aunque normalmente conocidas sólo por las escasas calles que llevan nombre de mujer, como Trinidad Grund, Victoria Kent o Sancha de Lara.

"En el monumento al Marqués de Larios, aparece una matrona con un bebé", explica Heredia a un grupo de unas 15 mujeres que nunca habían reparado en dicha figura. "Representa a la ciudad de Málaga, y responde al ideal de belleza del siglo XIX", sigue. Al pasar ante el Teatro Cervantes, Heredia recuerda las actrices de distintas épocas que la ciudad ha dado al escenario: Rosario Pino, que fue la favorita de Jacinto Benavente, Anita Adamuz, que intervino en películas en los años treinta y cuarenta, Lorenza Correa, cantante de ópera que actuó para Napoleón, o Marisol.

Las rutas se ofrecen a través del Área de Igualdad de Oportunidades de la Mujer del Ayuntamiento y son gratuitas. Suelen contar con 15 o 20 participantes, en su mayoría mayores de 50 años, ya que disponen de más tiempo libre para estas actividades. "Es un proyecto muy bonito", opina

la directora del área, Gemma del Corral. Su objetivo, "recuperar la memoria histórica de las mujeres que vivieron en distintas épocas y darlas a conocer", ya que "a pocas mujeres se les ha dado su lugar en la historia". El proyecto se realiza mediante un convenio con la asociación, y cuesta unos 5.000 euros anuales.

Las mujeres intervienen, preguntan, comentan, normalmente con la vista hacia lo alto para descubrir detalles arquitectónicos que, sin la guía de Heredia, pasan desapercibidos. "Los fierros eran espacios para la mujer de la burguesía, para que pudiera ver sin ser vista", afirma este licenciado en Historia, señalando los balcones cerrados con cristalera que pueblan el centro histórico, y que tenían incluso un cristal en el borde horizontal para poder mirar hacia abajo.

"No sabía que Victoria Kent o Rosa Gálvez fueran de aquí", dice Asunción Bernal, una profesora jubilada de 53 años. También nació aquí Anita Delgado, que se casaría con el maharajá de Kapurtala. Pero no sólo se habla de mujeres destacadas. La actividad de las monjas que poblaron los distintos conventos, las primeras estudiantes de bachillerato en el Instituto Gaona, un palacio del siglo XVII que esconde un precioso patio barroco, las prostitutas que ya con los Reyes Católicos ejercían junto al Muro de San Julián, o las manifestantes contra la hambruna de 1918 se convierten también en protagonistas por un día.