EL FIN DE UN PAPADO | Reacciones en España

Lágrimas y oraciones

A Carmina se le empañaban los ojos ayer mientras rezaba por el Papa en la iglesia madrileña de San Ginés, ubicada en la céntrica calle del Arenal. Tiene 86 años y dice que "tuvo la grandísima suerte" de conocer a Juan Pablo II en una audiencia personal. Conserva en su dormitorio tres fotos del encuentro y le recordó durante todo el día de ayer. A él ofreció sus oraciones y sus lágrimas. Le resultaba imposible articular tres palabras seguidas sin romper a llorar.

"Me impactó muchísimo cuando lo vi, porque era como encontrarse a Dios andando por la tierra". Asegura que no le parece mal qu...

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A Carmina se le empañaban los ojos ayer mientras rezaba por el Papa en la iglesia madrileña de San Ginés, ubicada en la céntrica calle del Arenal. Tiene 86 años y dice que "tuvo la grandísima suerte" de conocer a Juan Pablo II en una audiencia personal. Conserva en su dormitorio tres fotos del encuentro y le recordó durante todo el día de ayer. A él ofreció sus oraciones y sus lágrimas. Le resultaba imposible articular tres palabras seguidas sin romper a llorar.

"Me impactó muchísimo cuando lo vi, porque era como encontrarse a Dios andando por la tierra". Asegura que no le parece mal que haya estado en "activo" hasta el final. "Tiene la misma fuerza que Jesucristo cuando cargaba con la cruz camino al calvario, ¿acaso no crees que él también sufría como ahora el Santo Padre?".

Carmina es una de las feligresas que habitualmente acude a rezar a San Ginés. Como ella, muchos madrileños, la mayoría mujeres mayores, rezaron ayer por el Pontífice respondiendo a la petición del Arzobispado de Madrid. El cardenal Antonio María Rouco Varela envió un comunicado a los medios en el que invitaba a los fieles a "orar intensamente" por Juan Pablo II "en estos graves momentos de su delicada salud". Sin embargo, no se notaba un especial incremento de fieles en las parroquias, según los párrocos. Tampoco quienes pedían limosna en las puertas de las iglesias lo notaron en su recaudación.

El arzobispado instó también a las parroquias a que pidiesen en la misa "para que la fortaleza de Dios Nuestro Señor y la protección maternal de la Virgen Santísima acompañen al Santo Padre en su actual situación". Así lo hicieron en la parroquia de Jesús de Medinacelli, donde además era primer viernes de mes y cientos de fieles hacían cola para besar el pie de la figura del cristo y para rezarle. En las misas de la mañana se pidió por la salud del papa. Sin embargo, muchos de los que esperaban en la calle para entrar coincidían con Rosa López: "Rezaré por el Papa, pero yo aquí he venido para pedir por lo mío, por mi familia".

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