Wolfowitz quiere como adjunto en el Banco Mundial a un europeo

El candidato de Bush será elegido mañana presidente del organismo

Paul Wolfowitz, candidato a la presidencia del Banco Mundial, se reúne hoy en Bruselas con los gobernadores europeos del banco para explicarles sus planes al frente de la primera institución mundial para el desarrollo y manifestar su voluntad de tener a un europeo de adjunto. Es la reclamación de Francia y Alemania para equilibrar a un conservador marcado como padre de la guerra de Irak. Wolfowitz será elegido mañana.

La elección de Wolfowitz, antiguo número dos del Pentágono, por George Bush para suceder a James Wolfensohn, un melómano de espíritu refinado, produjo desagr...

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Paul Wolfowitz, candidato a la presidencia del Banco Mundial, se reúne hoy en Bruselas con los gobernadores europeos del banco para explicarles sus planes al frente de la primera institución mundial para el desarrollo y manifestar su voluntad de tener a un europeo de adjunto. Es la reclamación de Francia y Alemania para equilibrar a un conservador marcado como padre de la guerra de Irak. Wolfowitz será elegido mañana.

La elección de Wolfowitz, antiguo número dos del Pentágono, por George Bush para suceder a James Wolfensohn, un melómano de espíritu refinado, produjo desagrado en Europa, aunque los distintos responsables políticos se guardaron muy bien de manifestarlo. "Le dije [a Bush] que me suponía que el entusiasmo de Europa sería limitado, pero que el nombramiento no fracasaría debido a Alemania", declaró la semana pasada el canciller Gerhard Schröder en Bruselas. "Y tengo la impresión de que no fracasará por culpa de otros países europeos".

No va a fracasar porque se han impuesto el realismo político y la tradición, en contra de los deseos de cientos de organizaciones no gubernamentales y de algunos prominentes especialistas, que reprochan al candidato falta de experiencia y de perfil para el cargo.

Los ministros de Finanzas europeos trataron la semana pasada del asunto y llegaron a la conclusión de que no era factible plantar cara a Wolfowitz. El tradicional reparto del poder en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial quiere que un europeo ocupe la jefatura del primero (ahora Rodrigo Rato), secundado por un norteamericano, mientras que un estadounidense se pone al timón del banco. Lo que quieren los europeos es consolidar como número dos del banco a otro europeo. Ahora ocupa la posición el chino Shengman Zhang.

Wolfowitz se ha mostrado dispuesto a acceder a los deseos europeos y en una entrevista en The Washington Post declaraba el domingo que no tenía problema en que los europeos estuviesen en la cúpula del banco. Francia es la que más actividad ha desarrollado para hacerse con ese puesto de privilegio. París ha planteado dos nombres, pero para evitar un conflicto con China ha sugerido que haya tres vicepresidencias: la china, la europea y una tercera para un representante de los países en desarrollo, idealmente un africano.

El motivo oficial de esta reunión a puerta cerrada de Bruselas, en la que España estará representada por el secretario de Estado de Economía, David Vegara, es "decir a los europeos por qué creo que sería un buen presidente", declaraba Wolfowitz.

Paul Wolfowitz.

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