El PP quiere interrogar en la comisión del 11-M a los dos últimos directores del CNI

Los populares insinúan que un colaborador del centro dio al PSOE "información privilegiada"

El PP pidió ayer que comparezcan de nuevo en la comisión del 11-M el anterior director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, nombrado por José María Aznar, y el actual, Alberto Saiz, para que expliquen la presunta vinculación con ese centro del militante del PSOE Fernando Huarte, que visitó tres veces en prisión al terrorista islamista Abdelkrim Bensmail. Huarte justifica las visitas por su pertenencia a una ONG de apoyo al pueblo palestino. El PP pide que Bensmail, condenado en 2001 y considerado la mano derecha del jefe del comando del 11-M, Allekema Lamari, tamb...

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El PP pidió ayer que comparezcan de nuevo en la comisión del 11-M el anterior director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, nombrado por José María Aznar, y el actual, Alberto Saiz, para que expliquen la presunta vinculación con ese centro del militante del PSOE Fernando Huarte, que visitó tres veces en prisión al terrorista islamista Abdelkrim Bensmail. Huarte justifica las visitas por su pertenencia a una ONG de apoyo al pueblo palestino. El PP pide que Bensmail, condenado en 2001 y considerado la mano derecha del jefe del comando del 11-M, Allekema Lamari, también comparezca. El PSOE considera estas peticiones un "disparate" porque Dezcallar y Saiz tienen prohibido por ley informar sobre la identidad de los miembros o colaboradores del CNI, y asegura que el Gobierno de Aznar conocía el motivo de las visitas de Huarte.

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El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, partió ayer de la noticia, publicada por El Mundo, de que Huarte era espía del CNI desde 1992, para transformarse de político en periodista. Toda su rueda de prensa estuvo plagada de preguntas formuladas por él mismo, basadas según confesó en "rumores constantes en la clase política y en los medios". Apenas hubo respuestas. "¿Pudo ser Huarte la fuente de información privilegiada al PSOE tras el atentado del 11-M? ¿Es Huarte el que indicó que todo apuntaba a Al Qaeda? ¿A quién informaba, al PSOE, al CNI, a los dos? ¿Por qué el CNI pidió el 6 de noviembre de 2003 que se localizara a Allekema Lamari? ¿Tenían más información que nosotros [el Gobierno]?".

Todo eran preguntas, pero a la hora de contestar, se escabullía. Por ejemplo, Zaplana no respondió si estaba insinuando, con esta última pregunta, que Dezcallar (miembro del Gobierno dada su condición de director del CNI) había ocultado información a sus jefes, ni, por supuesto, con qué fin. Ante esta cuestión el portavoz se refugió en un "no sé porque esa información no llegaba al Gobierno. Por eso pedimos que vuelvan a comparecer el anterior director del CNI y el actual, para que expliquen [la situación de Huarte]".

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Dezcallar manifestó recientemente en una entrevista a EL PAÍS que lo que él hizo el 6 de noviembre de 2003, por escrito, fue "lanzar una alarma desesperada" para la localización y captura de Lamari, "sin mucho éxito", ante el temor de que el terrorista pudiera estar preparando un atentado. Zaplana obvió ayer la queja que hizo Dezcallar al Ejecutivo que presidía José María Aznar por no haber hecho caso a su alerta.

El portavoz del PP compareció ayer después de una reunión de emergencia convocada por su líder, Mariano Rajoy. Zaplana prácticamente llegó cuando concluía la cita, a la que acudieron sólo el secretario general, Ángel Acebes, y el portavoz en la comisión del 11-M, Vicente Martínez Pujalte. Durante la reunión se pusieron en contacto telefónico con Aznar, tras lo que insistieron en que el ex presidente no fue informado nunca de los extremos referidos al supuesto colaborador del CNI.

El portavoz del PP lanzó otras muchas preguntas, que no respondió ni siquiera de forma hipotética. "¿Por qué acudió Huarte a ver a Bensmail a la cárcel en octubre, meses después de los atentados?". En previsión de que el PSOE pueda acusarle de carecer de sentido de Estado por denunciar cuestiones sensibles de los servicios secretos, añadió: "No hay nada más importante para la seguridad del Estado que saber la verdad".

Y para saber la verdad, Zaplana cree que deben acudir a la comisión del 11-M además de los responsables del CNI (el actual y el anterior), dirigentes socialistas asturianos y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Ayer, el PP contactó con el presidente de la comisión, Paulino Rivero (CC), para intentar adelantar la reunión fijada para el 5 de abril, a fin de plantear cuanto antes las comparecencias. Rivero contestó, según el PP, que eso no es posible porque el grupo mayoritario, el PSOE, no está de acuerdo.

Esquerra, PNV e IU-ICV rechazaron la pretensión del PP. CiU anunció que no se opondrá a la solicitud pero se mostró partidaria de abordar las conclusiones.

Blanco, según el PP, no sólo debe responder por Huarte. También por el sirio Mohannad Almallah, ex militante socialista de Madrid y detenido por su presunta relación con la matanza. El secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido, rechazó las peticiones: "Es un disparate pedir esas comparecencias porque supone pedir que se cometa una ilegalidad. El CNI tiene prohibido informar sobre lo que hace y sobre sus miembros". Y mostró su estupor porque el PP "ya no sólo pide que comparezcan los confidentes imputados por el 11-M, sino también un condenado por terrorismo", en referencia a Bensmail.

López Garrido, no obstante, afirmó que desconoce si Huarte colabora con el CNI. Pero dirigió la pregunta al PP, que gobernaba "tan sólo hace un año". "Alguna responsabilidad tendría el Gobierno del PP en las instituciones del Estado", dijo. Y situó en "la lógica" la insinuación que el día anterior hizo Blanco respecto a que "el anterior Gobierno" conocía qué razones llevaron a Huarte a visitar tres veces a Bensmail. La lógica le dice a López Garrido que la Administración penitenciaria, entonces del PP, autorizó las visitas, y es preceptivo que las conversaciones estén grabadas.

En el PSOE no se niega ni se confirma la posible pertenencia de Huarte a la inteligencia española. Los interlocutores consultados aseguran que, si Huarte fue un colaborador del CNI, debió de hacer bien su trabajo, porque nadie en el PSOE de Gijón lo supo. Por lo demás, se limitan a recordar las palabras de Blanco el lunes pasado: El PSOE ha investigado las visitas de Huarte a Bensmail en prisión y tiene "muy claro" el motivo de las mismas. "Me consta que los miembros del Gobierno anterior también", añadió Blanco.

López Garrido recalcó que los socialistas no van a "tolerar" que la comisión del 11-M "suplante al juez". Y quizá por eso tampoco pedirán la comparecencia del militante del PP de Valencia Vicente Ibor Asensi, abogado defensor de Bensmail.

Diego López Garrido, secretario general del Grupo Socialista, ayer en el Congreso.EFE

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