El presidente libanés llama a la unidad tras el atentado

Los grupos de la oposición han pedido la dimisión del presidente libanés, Emile Lahud, tras el atentado con coche bomba del viernes por la noche en un barrio cristiano de Beirut. Es la respuesta al llamamiento del presidente a un diálogo nacional entre los opositores y partidarios de la presencia siria en Líbano.

Horas después de la explosión del coche bomba en un barrio periférico, que provocó 11 heridos y cuantiosos daños materiales, el prosirio Lahud se dirigió a la nación. "El país vive circunstancias excepcionales y todos los grupos deben unirse para proteger los intereses nacional...

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Los grupos de la oposición han pedido la dimisión del presidente libanés, Emile Lahud, tras el atentado con coche bomba del viernes por la noche en un barrio cristiano de Beirut. Es la respuesta al llamamiento del presidente a un diálogo nacional entre los opositores y partidarios de la presencia siria en Líbano.

Horas después de la explosión del coche bomba en un barrio periférico, que provocó 11 heridos y cuantiosos daños materiales, el prosirio Lahud se dirigió a la nación. "El país vive circunstancias excepcionales y todos los grupos deben unirse para proteger los intereses nacionales", declaró.

"Insto a los miembros del Bristol (como se llama a los antisirios) y de Ain Tine (los prosirios) a asumir sus responsabilidades históricas para salvaguardar el interés supremo de Líbano en esta etapa sensible, abriendo un diálogo inmediato", añadió Lahud, que ha anulado su participación en la cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará en Argel el 22 y el 23 de abril.

Las palabras de Lahud sólo provocaron rechazo e ira en las filas de la oposición. Su líder, el druso Walid Yumblat, fue el primero en pedir responsabilidades. "Si no se elige un nuevo presidente, el futuro no está nada claro", amenazó. Además, predijo que "los atentados y asesinatos continuarán (...) si los jefes de los servicios de información liderados por Lahud no son destituidos". Yumblat y sus compañeros en la revuelta pacífica libanesa culparon a Siria de estar detrás de la explosión del coche bomba de anteayer, la misma acusación que hicieron hace menos de cinco semanas cuando un atentado acabó con la vida del ex primer ministro Rafiq Hariri. Un asesinato que significó el inicio de la escalada de violencia entre los partidarios de un "Líbano sin ocupación siria" y los que abogan por la continuidad de la tutela de Damasco.

Retirada de tropas

"Los sirios hacen todo lo que pueden para demostrar que los libaneses no son capaces de gobernarse por sí mismos, ¿por qué después de 10 años de calma comienzan de nuevo los coches bomba", se preguntaba ayer el diputado opositor Yebran Tueni. Según éste, Siria intenta demostrar que Líbano se sumirá en el caos si sus tropas se retiran del país, como exige la resolución 1.559 del Consejo de Seguridad de la ONU.

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La explosión del coche bomba no causó víctimas mortales, pero sí disparó las alarmas de una guerra civil y se produce cuando el primer ministro, el prosirio Omar Karame, intenta formar un Gobierno de unidad. Intento, de momento, estéril, ya que la oposición exige un Ejecutivo neutral, que se dedique principalmente a establecer un calendario de la retirada de todas las fuerzas sirias y a investigar el asesinato de Hariri.

Por otro lado, miles de israelíes se manifestaron ayer en la plaza Rabin de Tel Aviv en apoyo del plan de retirada de la franja de Gaza, promovido por el primer ministro, Ariel Sharon. La manifestación, convocada por diversos grupos pacifistas y de izquierda, tenía como lema "Israel sale de Gaza".

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