Carod rechaza la oferta de CiU para formar Gobierno

Esquerra Republicana (ERC) hizo ayer oídos sordos a los cantos de sirena procedentes de Convergència i Unió (CIU) y rechazó su invitación para cambiar de socios de Gobierno en Cataluña y formar una eventual mayoría nacionalista que permitiera arrancar la presidencia de la Generalitat al socialista Pasqual Maragall. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, fue tajante: "Nuestra elección ya está hecha y pasa por un Gobierno catalanista y de izquierdas".

Pese a rechazar la oferta lanzada el pasado domingo por el presidente de CiU, Artur Mas, Josep Lluís Carod Rovira no dejó pasar es...

Esquerra Republicana (ERC) hizo ayer oídos sordos a los cantos de sirena procedentes de Convergència i Unió (CIU) y rechazó su invitación para cambiar de socios de Gobierno en Cataluña y formar una eventual mayoría nacionalista que permitiera arrancar la presidencia de la Generalitat al socialista Pasqual Maragall. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, fue tajante: "Nuestra elección ya está hecha y pasa por un Gobierno catalanista y de izquierdas".

Pese a rechazar la oferta lanzada el pasado domingo por el presidente de CiU, Artur Mas, Josep Lluís Carod Rovira no dejó pasar esta ocasión para recordar a sus socios del PSC que "Esquerra puede hablar con todo el mundo" y que su partido apoyó a los socialistas porque éstos se comprometieron a llevar adelante la reforma del Estatuto de autonomía y un cambio del sistema de financiación de Cataluña, unos proyectos que, admitió, "con el actual clima político se encuentran en peligro".

Tras las declaraciones de Carod, Mas no tardó ni dos horas en aclarar que sus palabras del domingo se habían "malinterpretado" y que no suponían ninguna oferta en firme. "Simplemente recordamos a los dirigentes de ERC que son corresponsables del Gobierno que tenemos en Cataluña y que existen varias mayorías políticas alternativas al actual tripartito", aseveró. Durante las negociaciones para la formación del actual Gobierno catalán, CiU ya barajó la posibilidad de compartir el Ejecutivo con Esquerra y los socialistas, una opción frustrada a última hora por el pacto de las tres fuerzas de izquierda del Parlamento de Cataluña (PSC, ERC e ICV).

Sea como sea, la de ayer no es la primera contradicción entre lo que Mas dice haber defendido y lo que interpretan tanto la prensa como el resto de formaciones políticas. Algo parecido ocurrió cuando el jefe de la oposición afirmó que nunca amenazó con abandonar la ponencia que elabora el nuevo Estatuto catalán si Maragall no retiraba sus acusaciones sobre el presunto cobro de comisiones ilegales procedentes de empresas adjudicatarias de obra pública.

Las declaraciones de Mas también llegaron precedidas por contradicciones en el seno de su propia formación, aunque éstas se disiparon tras el cambio de rumbo del presidente convergente. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, afirmó, antes de que Mas matizara su posición, que la solución a la actual crisis política catalana "no pasa por un cambio de mayorías". Duran, número dos de CiU, aseguró "ignorar" si Mas está tendiendo puentes con ERC de cara a la formación de una mayoría parlamentaria alternativa.

La de ayer fue una jornada tranquila a la espera de la moción de censura del PP contra el presidente de la Generalitat, que se debatirá el jueves en el Parlamento catalán. Los líderes de los partidos que apoyan al PSC, Esquerra e Iniciativa per Catalunya Verds, Josep Lluís Carod Rovira y Joan Saura, se reunieron por la mañana para trazar una estrategia conjunta encaminada a normalizar la vida política catalana. A la salida de la reunión, ambos líderes recordaron que la reforma del Estatuto y la negociación del nuevo sistema de financiación deben ser las prioridades de este Gobierno porque "son absolutamente imprescindibles".

Por otra parte, CiU presentó ayer en el Senado una proposición no de ley que prevé ayudas para los afectados en el barrio del Carmel, iniciativa que ya fue rechazada en el Congreso pero que ahora espera contar con el apoyo del PP. A diferencia del Congreso, donde PP y CiU no cuentan con mayoría suficiente para sacar adelante iniciativas conjuntas, en la Cámara alta ambas formaciones podrían obligar al Gobierno a revisar su política de ayudas a los afectados del Carmel.