"No olvidar a Latinoamérica"
Las mujeres suramericanas piden más atención a sus problemas
Los embarazos no deseados entre las mujeres jóvenes representan la mitad de los nacimientos de los países de Latinoamérica, según algunos expertos. Es uno de los principales problemas con los que tienen que lidiar a diario las asociaciones que forman parte de la Federación Internacional para la Planificación Familiar. Pero la falta de apoyos financieros les plantea una limitación seria para poder realizar su labor de educación en salud sexual y reproductiva.
Su directora regional, Carmen Barroso, explica que las grandes agencias internacionales y los gobiernos miran cada vez a África. "...
Los embarazos no deseados entre las mujeres jóvenes representan la mitad de los nacimientos de los países de Latinoamérica, según algunos expertos. Es uno de los principales problemas con los que tienen que lidiar a diario las asociaciones que forman parte de la Federación Internacional para la Planificación Familiar. Pero la falta de apoyos financieros les plantea una limitación seria para poder realizar su labor de educación en salud sexual y reproductiva.
Su directora regional, Carmen Barroso, explica que las grandes agencias internacionales y los gobiernos miran cada vez a África. "Los problemas allí son más graves, es cierto, pero los nuestros también son importantes y no deben ser olvidados". Esther Vicente, de la asociación portorriqueña Pro bienestar de la Familia, dice que la situación es crítica. "Se nos apoya para lanzar un proyecto, pero cuando funciona se retira la ayuda. La labor de educación y concienciación sexual no termina nunca".
El denominador común del problema de la mujer en América Latina, según explica Adriana Maroto, de la Asociación Demográfica Costarricense, es que no se respetan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Ello conduce, en su opinión, a que el aborto inseguro sea una de las principales causas de muerte entre ellas. "No hay acceso a la educación sexual ni a los servicios de salud reproductiva", señala. Esther Vicente añade que la situación se complica con la violencia sexual y su situación de subordinación hacia el hombre, lo que además favorece una mayor incidencia del sida entre las más jóvenes, que no pueden exigir a los hombres el uso del preservativo.